Fuego y chinchetas
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R de Rosalía, P de Primavera y F de fiestón

La artista catalana coronó la primera edición del Primavera Sound en Madrid pero la jornada estuvo cargada de conciertos memorables

Especial Primavera Sound: Rosalía, Villano Antillano y Måneskin

Arganda del Rey (Madrid)

Un casco brillaba en el centro del escenario principal del Primavera Sound de Madrid. Era ella, la persona más esperada del fin de semana madrileño. Móviles al cielo para captar a Rosalía Vila Tobella. “Cómo están las motomamis madrileñas, las más chulapas”, gritó la catalana mientras gritos atronadores hacían eco en un apretadísima Ciudad del Rock, esta vez sí, llena hasta la bandera. “Chica qué dices”, cantaron todos mientras arrancaba su concierto con SAOKO. Un set blanco impoluto con todo medido, desde las coreografías, hasta la forma de beber agua. Y es que Rosalía lo tiene todo cogido al milímetro, salvo cuando el in ears se le empapa entre el sudor y la refrescante ducha que se pegó en medio de su show con el permiso de los presentes.

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Todo estaba patas arriba. Quizás, no existía persona con la pulsera del Primavera que no quisiera verla a ella. Y Rosalía no falló. Bizcochito y la bachata LA FAMA sirvieron para entrar en un calor que mucha parte del público ya traía bien sea de Calvin Harris como de Maneskin o Tokischa. Un tridente espectacular que servía en servicio el remate total de la española más internacional de nuestra música. Un cámara seguía todos los pasos de la creadora de Motomami —su tercer y experimental disco tras El mal querer y Los Ángeles para televisar todo el concierto, porque, al fin y al cabo, lo que todos vieron, fue una superproducción visual. Las luces se volvían calidas tras el blanco celestial del inicio. El grito a una relación turbulenta llegó con el cuarto capítulo (disputa) de El mal querer con DE AQUÍ NO SALES que se mezcló con BULERÍAS de su presente trabajo, un viaje a su lado más flamenco, para girar nuevamente al color de LA NOCHE DE ANOCHE con la que Rosalía se grabó cantando junto a varios privilegiados que llevaban guardando la primera fila desde que abrieron las puertas a las cinco de la tarde.

Una niña besaba la frente de la artista catalana, otros desafinaban entre llantos. La emoción se sentía en todas las esquinas, incluso en la cara de Rosalía que agradecía que siempre que llega a Madrid es recibida con los brazos abiertos. Un abrazo que se fue volviendo en fiestón con el pack de Linda (sin Tokischa, presente en la jornada), DIABLO y DESPECHÁ, la locura veraniega que nos hizo bailar a todos el pasado año. De hecho, Rosalía acaba de lanzar Tuya, que no introdujo aún en su setlist, y que apunta a ser candidata a canción del verano. Una batería de temazos que ya provocaba afonías en rush final del festival y que hacían olvidar el asedio de vuelta a casa tras el final de esta primera edición del Primavera Sound en Madrid.

Rosalía sale al escenario con el casco 'Motomami'

Rosalía sale al escenario con el casco 'Motomami' / Europa Press News

HENTAI fue el momento más íntimo de la noche con Rosalía al piano tras empaparse de agua en una noche veraniega que ya confirmaba que las lluvias que habían provocado la cancelación de la jornada del jueves del Primavera Sound de Madrid habían pasado a la historia. Sobre un fondo de Windows Vista, la de San Cugat del Vallés hizo un alegato al cariño de su gente querida tras giras interminables que la mantienen lejos de los suyos. Y es que siempre hay que volver para saber lo que tienes. Recordó las palabras de su abuelo Jaime que decían aquello de "es triste la vida del artista", algo que no entendía en su día pero que venían al pelo en la parte más emotiva del concierto. "No creo que sea triste esta vida, pero todos los que la estamos viviendo muchas veces echamos de menos a la gente que queremos", dijo Rosalía.

No dudó en lanzar un "te amo" a la cámara, siempre a su lado, para Rauw Alejandro, su pareja y con el que comparte BESO y VAMPIROS de su EP titulado RR con el que confirmaron que se casarán en un futuro. Antes, mención especial para sus acompañantes sobre el escenario, quienes se retorcían al son del ritmo de Rosalía, se convertían en una moto, cual Transformer, para interpretar MOTOMAMI, y lo daban todo con LA COMBI VERSACE y Con altura, otro temazo digno de chiringuito en la playa junto a J Balvin.

Una montaña rusa de emociones en la que se coló un audio de su abuela para hacer una versión muy íntima del Héroe de Enrique Iglesias. MALAMENTE, CHICKEN TERIYAKI y CUUUUuuuuuute sentenciaron un pletórico concierto en el que todo está estudiado. Desde dónde recogerse el pelo hasta cómo secarse la cara empapada de sudor y recorrer el escenario en patinente. Pero todo con una naturalidad desbordante, hasta el momento de despedida a la francesa. Chao.

Arlo Parks y The Voidz gobernaron la tarde

Los encargados de inaugurar los escenarios grandes fueron el Grupo de Expertos Solynieve y la londinense Arlo Parks, a la vez lo hacían Wednesday y bar italia en los secundarios, dos bandas ultrarecomendadas para escapar de lo más típico de los festivales. Los granadinos, que acaban de presentar EP, volvieron a demostrar que son algo más que 'la otra banda de J' y reservaron para el final sus dos grandes hits: Déjame vivir con alegría (que es una versión de Vainica Doble) y La reina de Inglaterra. Arlo Parks, por su parte, presentó algunas de las canciones de su flamante segundo disco, My soft machine, mostrando hacia el final del concierto una faceta rockera que encaja mejor con los grandes festivales. Weightless, Caroline, Black Dog o Softly son tan buenas que funcionan siempre, pero quien quiera disfrutar a fondo de su música, no obstante, debería intentar verla en una sala. The Voidz, proyecto paralelo del cantante de The Strokes, Julian Casablancas, empezó el concierto mostrando su faceta más hard rock, pero quienes se alejaron asustados se perdieron un repertorio mucho más ecléctico y rico en sintetizadores que, por suerte, a los que más recuerda es a The Strokes.

Unas 90.000 personas han pasado por Arganda del Rey en las dos jornadas del festival, 48.000 de ellas, este sábado. Y todo hay que decirlo, el recinto de la Ciudad del Rock es un oasis dentro del caos de los accesos en hora punta, más organizado en esta jornada que en la del viernes. La sensación de agobio no existió y las colas en barras, comidas y baños eran inexistentes o lógicas. Eran ya más de las nueve de la noche y había cada vez más gente. Muchos de ellos se congregaron en uno de los escenarios principales a ver a St. Vincent. Sus tablas sobre el escenario eran patentes. Vestida como una camarera americana de los años 50 y una peluca rubia hizo un repaso de los 15 años de trayectoria con una fuerza arrolladora. No hubo casi momento para recuperar el aliento. Sus coristas le arropaban pero ella sola se bastaba para dar un show contundente guitarra en mano. Es pura energía.

St. Vincent, en el Primavera Sound Madrid

St. Vincent, en el Primavera Sound Madrid / Europa Press News

Tras la actuación de St. Vincent muchos (demasiados) aprovecharon para cenar y otros tantos, para explorar nueva música. En un escenario más alejado estaba la DJ Nia Archives pinchando. Su sonido jungle y drum and bass daban muy buen rollo pero, sobre todo, verle a ella bailar al ritmo de las canciones. Pero quienes quería seguir la línea indie pop se decantaron por Caroline Polachek. La cantautora neoyorkina tiene el honor de contar con uno de los discos más apabullantes de este 2023, el Desire I Want to Turn Into You que cuenta con temazos pop total como el Welcome to my island con el que abrió su esperadísimo concierto en este Primavera. Poca gente se lo quiso perder, y no porque muchos quisieran coger sitio para ver más de cerca a la diva Rosalía, sino que Caroline se sirve por sí misma para llenar el más que merecido escenario principal.

La noche ya empezaba a cerrarse y el Sunset de la estadounidense lucía con fuerza. Todo apunta a que el segundo disco de Polachek copará la lista de lo mejor del año y le va a permitirse codearse con artistas de la talla Mitski, Lykke Li, Halsey o Lorde. Muchos sintes ochenteros y un folck épico como del Blood And Butter que empezó a marcar el cierre de su concierto que puso el broche con un temón como So Hot You're Hurting My Feelings de su debut Pang en 2019.

Reinas del autotune

Villano Antillano y Bad Gyal tienen varias cosas en común: que levantan pasiones y que son las reinas del autotune. La puertorriqueña presentó La Sustancia X bajo un atardecer iniguanable desde el escenario Amazon Music. Un habitat en el que se podía disfrutar de los artistas de todas las formas, desde el céspde artifical con el logo del Primavera Sound preparando las luces para la noche, hasta en el meollo para vivir temas como ¡Hello Kitty!, Yo tengo un novio, y Designer Pu$$y. "Viva las lesbianas", gritó Villano Antillano antes de hacer un alegato contra el racismo a raíz de los ataques que sufrió en estos meses el jugador del Real Madrid Vinicius Júnior.

Con la camiseta del brasileño en la mano, la artista aseguró que "las personas racistas valen mierda" y que todo el mundo que estaba en el recinto del Primavera piensan que "son una mierda y una basura". Lanzó todo su apoyo al '20' madridista y avisó que "mirar para al lado y quedarse callado es igual de malo, si ves algo que está mal, alza la voz, si no eres igual de mamabicho". Ovacionada tras el mensaje continuó con un show que cerró con la sesión 51 de Bizarrap, con la que quizás muchos empezamos a conocer a esta diosa del trap.

Villano Antillano, en su concierto en la jornada del sábado de Primavera Sound Madrid

Villano Antillano, en su concierto en la jornada del sábado de Primavera Sound Madrid / Mariano Regidor

Horas después, Bad Gyal se reportó en esa misma zona, pero con un público con ganas de gastar la pila y poner broche a una noche llena de conciertos memorables. ¡Hasta 34 canciones soltó Alba Farelo i Solé y contó con ayuda de Tokischa con Chulo! Los festivaleros explotaban con Hookah, Tu eres un bom bom, Santa María, Flow 2000, Zorra... y hasta versiones de Sean Paul como Gimme the Light y de Destiny's Child como Survivor o el remix KÁRMIKA junto a KAROL G. Sensualidad por todas las esquinas, perreo en la pista y todos rendidos. La veraniega El sol me da —que se suma a la candidatura de canción del verano 2023— fue la antesala de La prendo y Nueva York (tot*) que remató con La que no se mueva, canción que formará parte de su próximo disco LA JOIA. El reventón de las voces superviventes fue con Alocao y Fiebre, aunque muchos las escucharon desde la cola exterior para volver a casa.

El momento drama de la noche

Uno de los momentos más dramáticos de la noche llegó cuando tocaba decidir entre Calvin Harris, Måneskin y Tokischa. Comenzar por la banda italiana era una buena opción lo malo es que no te querías ir nunca. Su rock puede que sea comercial pero su actitud no lo es y convencen desde el principio. El cantante hizo un esfuerzo por hablar solo en español y se entregó por completo al público, a quien incluso se acercó en alguna ocasión. La única pega de la actuación es que quizá Supermodel, el temazo que les hizo ganar Eurovisión, quedó un poco deslucida porque, quizá para hacerla distinta— restaron fuerza en algunos momentos. Por lo demás, actuación de 10. Buena parte del público vio el concierto completo aun sabiendo que, saliendo de allí con el tiempo justo, no llegarían a poner coger buena posición para ver a Rosalía.

El cantante de la banda italiana Maneskin, Damiano David, durante su actuación en el festival Primavera Sound Madrid

El cantante de la banda italiana Maneskin, Damiano David, durante su actuación en el festival Primavera Sound Madrid / Kiko Huesca

Lo mismo pasó con Tokischa, otra actuación memorable del festival y la mejor antesala de Rosalía. Perreó e hizo perrear al público de un escenario que se le quedó pequeño, uno de los pocos además que no tenía pantallas. Muchos nos quedamos con ganas de poder ver la actuación mejor pero pudimos disfrutar de sus coreografías y auguramos un futuro más prometedor si cabe para la artista dominicana que ya ha cantado junto a Rosalía y la mismísima Madonna. Todavía no entendemos cómo no actuó en uno de los escenarios principales.

El escocés Calvin Harris, el otro gran cabeza de cartel, actuó como 'telonero' de Rosalía con un espectacular show de electrónica mainstream plagado de luces, cañones de fuego y featurings de Dua Lipa o Rihanna. Una sesión en la que alternó momentos de alta intensidad con pasajes casi ambient, pero siempre dinamizados desde su tribuna (o más bien altar). Durante una hora y media, Arganda del Rey se convirtió en Ibiza.

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