Del bocadillo de pan gomoso a las tapas con estrella: por qué la comida ya es "un ingrediente fundamental" de los festivales

A la oferta gastronómica de los festivales veraniegos, hace unos años, ni siquiera se le llamaba «oferta gastronómica» porque, en general, se limitaba a un puesto (o varios) de bocadillos de pan gomoso, preparados horas antes con rodajas de chorizo, lonchas de queso y, por regla general, poco cariño. De un tiempo a esta parte, sin embargo, lo de comer entre concierto y concierto ha mejorado bastante. «Le damos mucha importancia a la comida y en los últimos años notamos que el público lo valora y lo agradece mucho», explica Eva Castillo, directora de Comunicación de Last Tour, la promotora que organiza BBK Live, Azkena Rock Festival o Cala Mijas, entre otros. «Ya no solo se come rico y con producto de calidad, sino que hay opciones para todos los gustos y una oferta apta para gente con intolerancias de todo tipo». El público local quizá concentre su experiencia en los conciertos, pero la asistencia a un festival de música también puede formar parte de una experiencia turística más amplia, que incluya otras actividades y, por supuesto, buena cocina. «En nuestros festivales, una cosa se mezcla con la otra», añade Castillo. «Hoy en día el festival o el artista X ya son una opción más de las vacaciones, y el plan gastronómico es importante para que sea una escapada o unas vacaciones de 10». Los festivales de música se han dado cuenta y, además de dedicar amplios espacios a la zona de food trucks, ya diseñan saraos en los que la música comparte protagonismo con lo gastronómico o, en muchos casos, con el vino: Vijazz Vilafranca, Ribeiro Son de Viño, Festival Castell de Peralada, Tío Pepe Festival, Ribeira Sacra Festival, La Rioja Music Fest... Pero no se trata solo de lo que se bebe durante las actuaciones, sino de dónde se celebran. El Ressons Penedès by Cruïlla, por ejemplo, organizó más de 30 conciertos en 15 bodegas de la comarca del Alt Penedès. «En todos nuestros festivales cuidamos mucho el detalle de la comida para que la experiencia sea memorable y quieran volver», insiste Castillo. «La comida es un ingrediente fundamental del plan. En Bilbao, Vitoria y Mijas hay una gastronomía excepcional y así lo trasladamos al recinto del festival. Para nosotros es crucial trasladar la identidad de los territorios en los que se celebra el festival, por eso integramos el producto local y elaboramos una carta kilómetro 0 con altos estándares de calidad». Dentro de unos días habrá quien se vaya de pintxos un rato antes de ir a ver a los Arctic Monkeys en el BBk Live, y a finales de agosto el público del Cala Mijas podrá disfrutar de Arcade Fire, The Strokes o Metronomy mientras se come un espeto de sardinas, de la misma manera que los asistentes al Azkena pudieron saltar con Iggy Pop y luego reponer fuerzas con una de las hamburguesas más demandadas de Vitoria. La hamburguesa, de hecho, sigue siendo una de las especialidades más demandadas, tanto dentro como fuera de los festivales. Que se lo digan a Aleix Puig, responsable de Vicio, que en 2023 ha debutado —con mucho éxito— en el Primavera Sound y el Sónar: «Decidimos ir con todo, no solo con un food truck, sino convocando a influencers y con un espacio que brillase mucho más. Pero ha habido tanta demanda que se han generado colas muy largas. El año que viene, si repetimos, apostaremos por un formato mayor para que la espera no sea tan larga». No sabemos si fue producto de ver esas largas colas, pero al rapero Kendrick Lamar, uno de los cabezas de cartel del Primavera Sound, le entró antojo de hamburguesa: «La mañana después de su actuación nos llama su manager, que es conocido de un amigo, y nos dice que Kendrick quiere ir al restaurante. ¡Tuvimos que cerrar medio local! Su gente de seguridad vino una hora antes para inspeccionar y, de repente, aparecieron con tres vitos negras... Estuvimos hablando con él un ratito y la gente en la calle estaba flipando. La verdad es que fue increíble». Las hamburguesas gustan tanto, de hecho, que las piden hasta los veganos. El festival Cruïlla ha desvelado que el 32,5% de los artistas y de su staff demandan opciones veganas y vegetarianas durante el festival, por lo que ha llegado a un acuerdo con la empresa de carne vegetal Heura para contar con sus productos veganos: hamburguesas, salchichas, choriburger... El festival que más tiempo lleva apostando por la gastronomía como parte estratégica de su oferta, de todas formas, es Portamérica. De hecho, no tiene un cartel, como el resto, sino dos: el de artistas (Bad Gyal, Sebastián Yatra o Loquillo) y el de cocineros, formado por una selección de chefs españoles y de América Latina —muchos de ellos, con estrella Michelin— coordinada por el gallego Pepe Solla que, este año, cuenta con Ángel León, Vicky Sevilla, Maca de Castro o Catalina Vélez, entre otros. La cocinera colombiana llevará a Caldas de Reis (Pontevedra) «parte de los sabores» de su país con un «tamal de resplandor elaborado con maíz blanco añejo relleno de carne de res». Un plato «muy bello visualmente y también delicioso», según cuenta Vélez, «que se sirve con un ají colombiano poco picante de cidra o guatilla». «El año pasado ya estuve en Portamérica Latitudes, en México, y fue una experiencia muy bonita», explica. «La cocina y la música son dos artes que siempre han ido de la mano y que, si van juntas, favorecen que la experiencia sea mucho más agradable. Pero hemos tardado demasiado en darle importancia a la comida que se sirve en los eventos musicales. Portamérica ha hecho una labor hermosísima y muy gratificante para quienes vayan a disfrutar de la música porque se vuelve una experiencia doble. ¡Deberían existir muchos más espacios así!». Otro de los cocineros que aparecen en el cartel gastronómico del Portamérica es Héctor López, chef del Restaurante España de Lugo y ganador del concurso Mejor Steak Tartar de España. Una de las tapas, precisamente, con las que acudirá al Portamérica. «Llevaremos el steak tartar con brioche y un bocadillo de pastrami», explica. «Vienen los mejores cocineros de España y es un lujo. La gente lo agradece un montón y a veces incluso hay más gente en la zona gastronómica que en la de los conciertos».

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Este verano se va a poder disfrutar de los Strokes con un espeto de sardinas o de Loquillo con un tamal colombiano

Carlos G. Cano

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