¿Estamos sustituyendo el cocido por el ramen y los escabeches por los ceviches?

Madrid

Llevamos años hablando de las consecuencias del éxodo rural hacia las ciudades bajo el término “España vaciada”. Pero ¿Qué consecuencias tiene la despoblación para la gastronomía? Ainhoa Aguirregoitia cree que se está perdiendo parte de nuestro patrimonio. “Perder ese patrimonio gastronómico no implica únicamente dejar de hacer un número determinado de recetas sino la falta de saber que implica el volver a hacer lo mismo como si estuviéramos generando ideas nuevas y resulta que no es nuevo, simplemente desconocido”. Términos que parecen novedosos como la cocina de kilómetro cero no hacen más que evidenciar ese desconocimiento y dificultar la evolución de nuestra gastronomía.

Además, Ainhoa ve como consecuencia directa que cada vez se cocine menos en las casas. “Cuando dejas de saber, dejas de tener capacidad crítica, esa falta de criterio te lleva a comer cualquier cosa y darlo por bueno. Embrutece el paladar y a la larga se traduce en comer mal”.

La gastrónoma también aprecia que, entre la gente más joven, platos tradicionales como los escabeches o los cocidos se están viendo sustituidos por platos de otras partes de mundo como el ceviche peruano o el ramen japonés. “Siento envidia por el ramen porque pienso cuánto local de ramen y dónde está nuestro cocido. Además, los japoneses han sabido darle al ramen un rollo informal, divertido, cotidiano y nosotros no hemos sabido transformar el cocido en eso” y reivindica que también haya “locales divertidos de cocido”.

Flan de vainilla ultracremoso

Flan:

• 1l de leche
• 250ml de nata
• 1 vaina de vainilla
• 300g de azúcar
• 8 yemas de huevo
• 6 huevos

Caramelo:

Únete al canal de WhatsApp de la SER

• 200g de azúcar
• Agua

Pasos a seguir para cocinar el flan de vainilla:

1. Hervimos en una sartén 200 g de azúcar + pizca de agua hasta que el caramelo quede dorado.
2. Preparamos un baño maría con un trapo en el fondo de la bandeja y precalentamos a 150 grados. Hervimos leche, nata, la rama de vainilla abierta (guardamos la pulpa) e infusionamos, podemos dejar reposar.
3. La pulpa de la vainilla la juntamos con los 300 g de azúcar, los huevos, las yemas y vamos añadiendo la leche infusionada tibia. Mezclamos, colamos y repartimos en las flaneras con una base previa de caramelo.
4. Metemos al horno 1 hora a 150 grados.