"A los 'cuñaos' les va a sorprender": el palacio de Madrid en el que catar más de 100 vinos 'top' por solo 20 euros

Cuenta Anne-Joséphine Cannan, bodeguera e hija de bodeguero, que las únicas mujeres que veía en los eventos del mundo del vino a los que le llevaba su padre, siendo aún pequeña, eran «azafatas, mujeres de Tío Pepe o burbujitas Freixenet». Una situación que, en las últimas décadas, ha cambiado radicalmente. Ahora abundan las propietarias, las enólogas, las periodistas... «No tengo cifras exactas, pero diría que somos un 35% y que está creciendo mucho», explica. Cannan, responsable de la bodega Clos Figueras, niega haber sufrido problemas de machismo en la DO Priorat, pero en 2011 pensó que vendría bien darle un empujón a la visibilidad de las mujeres del sector y montó un showroom durante la Feria del Vino de Falset (Tarragona), con algunas profesionales destacas de la zona. «Como tuvo mucha repercusión, decidimos trasladarlo a Barcelona y cada vez venía más público. También fue creciendo el número mujeres productoras. ¡Llegamos a ser 40!», explica orgullosa. «Pero en Madrid vamos a ser 26 porque lo hacemos en un palacio y no cabemos todas». Este martes (21 de noviembre), efectivamente, el Palacio de Santoña (calle Huertas, 13) acoge una mesa redonda sobre la importancia del vino en la gastronomía (16.00) y —por primera vez en Madrid— una muestra de más de 100 vinos (entre las 16.00 y las 21.00) al que se puede acceder —tanto profesionales como público winelover— pagando una única entrada de 20 euros. El aforo es limitado pero, según la organización, aún quedan entradas en su página web. Participan bodegas de toda España: Bodegas Ochoa (Navarra), La Bodega de la Loba (Ribera del Duero), Altolandón (Manchuela), Bodegas Barbadillo (Jerez), Finca Vistahermosa (Rioja), Codorníu (Cava)... y, así, hasta 26. «Es un salón de vinos top con más de 100 referencias increíbles, diferentes entre sí y de diferentes denominaciones», dice Cannan. «El objetivo es darle visibilidad a las mujeres porque, como se suele decir, el marketing en el mundo del vino es muy fácil después de 200 años. Pero hay mujeres que han empezado de 0... y cuesta». Además de participar en la mesa redonda de este martes, la sumiller Meritxell Falgueras es otra de las voces más activas de Mujeres del Vino: «En el mundo del vino somos el 52%, como en el resto de la sociedad. Lo que pasa es que, en vez de aparecer en la foto de las mesas redondas o en los sitios de dirección, muchas mujeres son secretarias, llevan la comunicación, están limpiando copas o se dedican a podar las viñas». No es el caso de Adriana Ochoa, que lidera la bodega familiar junto a su hermana, en Olite (Navarra): «Mujeres del Vino lleva ya bastantes años, capitaneada por Anne y Meritxell. Tenemos una forma diferente de ver el vino: cómo se bebe, cómo se elabora... Por eso, cuando nos juntamos, hablamos el mismo idioma. Siempre me hace mucha ilusión participar porque es una fiesta en la que conocer proyectos de forma accesible y superbonita». Anaïs Manobens, por su parte, reivindica el legado de su abuela, Maria Rigol Ordi, que es como se llama su bodega, especializada en cava: «La mujer siempre ha estado ahí, pero el referente cultural de nuestra generación sigue siendo el hombre. Ya que desempeñamos todas esas funciones, vamos a normalizarlo para ir rompiendo ese techo de cristal». «Hasta que el machista mundo del vino no sea más igualitario, tendremos que ayudarnos entre todas y todos para que lo sea», añade Meritxell Falgueras. «Los amantes del vino se lo pasarán pipa porque habrá más de 100 vinos para catar, 25 enólogas y con 15 denominaciones. Será una comunidad gourmet y feminista, pero estaremos encantadas de que los señoros vengan a escucharnos y a los cuñaos les va a sorprender lo empoderadas que estamos».

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El Salón Mujeres del Vino llega este martes a Madrid con bodegas de toda España lideradas por mujeres

Carlos G. Cano

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