La española María Doreste, nombrada Profesora de Música del Año por la Fundación Lang Lang

Madrid

María Doreste Velázquez aún recuerda cuando salía casi a las 5 de la tarde del colegio y se pasaba hasta las 10 de la noche en un conservatorio de Las Palmas, la ciudad donde nació. Por aquel entonces no podía imaginar que uno de los pianistas contemporáneos más famosos del mundo, el chino Lang Lang, iba a nombrarle Profesora de Música del Año. Ser maestra no estaba entre sus planes —había estudiado musicología en el Conservatorio Superior de Madrid— pero cuando llegó a Boston hace 13 años vio que la educación musical en algunos centros era muy diferente a lo que había vivido de pequeña: "Aquí en los colegios está muy integrada, no en todos, pero en muchos todos los niños tocan un instrumento y puedes tocar en la banda, en una orquesta, estar en el coro y todo durante el horario escolar".

Decidió reenfocar su carrera e intentar poner su granito de arena. Comenzó a trabajar en el colegio público Edison K-8 de Boston donde conviven más de 20 idiomas y alumnos de más de 30 países, la mayoría de familias sin recursos y algunos con necesidades especiales. Había mucho trabajo que hacer y lo primero era dotar la escuela de medios, por eso encabezó diversas iniciativas para recaudar fondos: "Conseguimos una beca de 30.000 dólares hace 3 años con la que pudimos construir un laboratorio de 28 pianos. Otra de 25.000 dólares que premió cómo creamos el contenido de la clase basándonos en las diferencias culturales. Gracias a eso hemos podido construir un grupo de marimbas, otro de música digital, un grupo de batucadas... La música es una expresión del alma pero también es parte de quienes somos como cultura", sentencia.

Esas becas han ayudado mucho al funcionamiento de su escuela pero algunas de las transformaciones que María ha impulsado no necesitan dinero. Como el grupo de 34 profesores de universidades vecinas que ha reunido y que dan clases extra completamente gratuitas a estudiantes avanzados que nunca podrían pagárselas. Y como el innovador trabajo que realiza ella misma con niños con necesidades especiales: "Tengo alumnos con autismo, con ansiedad pero también otros que no hablan inglés, que no es su primera lengua, algunos cuya educación se ha visto interrumpida porque vienen de zonas de conflicto como Afganistán y no se saben ni el alfabeto en su idioma original, también doy clase a niños con trastorno emocional que no tienen el control de la situación y que tienen más necesidad de expresión y conexión con los demás. Es un lujo lo que pueden hacer a través de la música".

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"Sus alumnos tienen mucha suerte de contar con una maestra tan dedicada, creativa e inspiradora. María aporta mucho a su comunidad escolar y al programa Keys of Inspiration y me impresionó mucho todo lo que ha hecho dentro y fuera del aula para crear oportunidades para sus estudiantes", dijo el propio Lang Lang al concederle el premio. Pronto le conocerá en la gala de la entrega de galardones que se celebrará en Nueva York.

Sábados en Berklee y asesora de la Orquesta Sinfónica de Boston

Los sábados tampoco cesa su compromiso con la música. Sus cuatro hijos van a coro y ella mientras da clases de piano en el Instituto Berklee para la Educación en Artes Accesibles a niños de educación especial. Además es miembro del Consejo Asesor de Educadores de la Orquesta Sinfónica de Boston y la asesora sobre la programación de sus conciertos juveniles a nivel nacional.

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"La pasión de María por la educación musical es evidente en la atmósfera vibrante e inclusiva que ha cultivado en sus clases", dice de ella Elvis Henríquez, el director del colegio donde trabaja. "Su compromiso de fomentar el amor por la música entre nuestros estudiantes ha enriquecido a nuestra comunidad escolar e inspirado a innumerables mentes jóvenes a descubrir el placer de la música". Un premio en sí mismo al que ahora suma la distinción de la Fundación Lang Lang.