Piñera, la última víctima de una larga serie de políticos y celebridades fallecidos en accidentes aéreos

El fallecimiento del expresidente chileno Sebastián Piñera en un accidente de helicóptero no es el primero que involucra a un dirigente político de un país, esté o no ya en el cargo. El último accidente de este estilo que causó un gran impacto en todo el mundo fue el que sufrió el avión en el que viajaba el entonces presidente de Polonia Lech Kaczynski en el año 2010 cuando intentó aterrizar con muy poca visibilidad en Smolensk, Rusia. En ese accidente murieron, entre otros, el expresidente polaco Ryszard Kaczorowski, el presidente del Banco Central de ese mismo país o el Defensor del Pueblo. La investigación determinó que el piloto no había seguido las indicaciones de la torre de control de abortar el aterrizaje por las malas condiciones meteorológicas. Seis años antes, en 2004, falleció en un accidente aéreo Boris Trajkovski mientras ocupaba el cargo de presidente de Macedonia del Norte (entonces únicamente Macedonia). También las malas condiciones climatológicas, en este caso una densa niebla, conllevaron el accidente cuando se dirigía a una conferencia en Mostar. Otro dirigente europeo, el entonces primer ministro de Portugal, Francisco Sa Carneiro, murió cuando su avión se estrelló al despegar de Lisboa en 1980 por motivos que nunca se han terminado de aclarar totalmente. En esta negra lista de mandatarios fallecidos por accidentes aéreos destacan Juvénal Habyarimana, presidente de Ruanda, y Cyprien Ntaryamira, que lo era de Burundi y que viajaban juntos en un avión particular derribado por un misil en abril de 1994. Ambos dirigentes eran de etnia hutu y su muerte desencadenó una serie de ataques violentos de personas de ese grupo contra los tutsis en lo que se considera el inicio del Genocidio de Ruanda. A día de hoy tampoco se ha determinado con total transparencia quién o quiénes fueron los responsables del lanzamiento del misil. Algunos años antes, en 1986, había muerto en un accidente aéreo Samora Machel, entonces presidente de Mozambique. Fue un reconocido defensor de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica y su avión se estrelló precisamente en ese país, aunque el gobierno sudafricano de ese momento no reconoció ninguna responsabilidad en el accidente. Si vamos de África a América Latina, el caso más conocido es el de Jaime Roldós Aguilera, que fue presidente de Ecuador desde 1979 después de que el país viviera una época de dictaduras e inestabilidad política. Murió al estrellarse su avión en 1981. Ningún dirigente español ha muerto en accidente aéreo, aunque hay dos casos de militares golpistas que fallecieron en estas circunstancias. Uno de ellos fue José Sanjurjo, quien estaba destinado a ser el máximo dirigente de los militares que llevaron a cabo el golpe de Estado de 1936. Murió al estrellarse la avioneta que debía trasladarle de Portugal a Burgos para ponerse al frente del bando sublevado. Idéntico destino esperaba a Emilio Mola, que murió al estrellarse el avión en el que viajaba para trasladarse de Vitoria a Valladolid en plena Guerra Civil. Su fallecimiento, sumado al de Sanjurjo, allanaron totalmente el camino para que Franco se hiciera con el control del ejército golpista y, posteriormente, para poder encabezar la dictadura sin oposición. Más allá de toda esta lista de fallecimientos de mandatarios políticos y militares, personas conocidas de muy diferentes ámbitos han muerto en accidentes de avión o de helicóptero. Probablemente el caso reciente más conocido es el del jugador de baloncesto Kobe Bryant, que murió en un accidente de helicóptero en 2020. El deporte se ha visto sacudido cada cierto tiempo por este tipo de accidentes, desde la tragedia de Superga en la que murieron los integrantes del Torino en 1949 al estrellarse el avión en el que viajaban contra una basílica, el que sufrió la plantilla del Manchester United al intentar despegar de Múnich en 1958 o más recientemente la caída del aparato en el que entre los pasajeros estaba la plantilla del Chapecoense brasileño en 2016. El cantante Carlos Gardel murió al estrellarse el avión en el que viajaba con otro en el aeropuerto de Medellín, uno de los hijos de John F. Kennedy murió al estrellarse la avioneta que pilotaba y aún colea el caso de la muerte de Yevgeni Prigozhin, el líder del grupo paramilitar Wagner, cuyo avión cayó poco tiempo después de que encabezara un intento de golpe de Estado contra Vladimir Putin. En España se recuerda la muerte del divulgador Félix Rodríguez de la Fuente en un accidente de avioneta en Alaska en 1980. Mucho antes, en 1936, el inventor del autogiro, Juan de la Cierva, murió al estrellarse en el despegue el avión en el que viajaba desde Londres hacia Ámsterdam. Curiosamente, en ese avión murió también un antiguo mandatario político, el exprimer ministro sueco Arvid Lindman. Hasta un astronauta como Yuri Gagarin, el primer hombre en viajar al espacio exterior, murió cuando su caza de combate se estrelló en 1968 por causas que a día de hoy no han quedado totalmente explicadas a pesar de que se han realizado tres investigaciones sobre el accidente.

Piñera, la última víctima de una larga serie de políticos y celebridades fallecidos en accidentes aéreos

Dirigentes de países como Portugal, Ruanda o Polonia también murieron a bordo de aviones o helicópteros

Antonio Martín

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