El hielo de la Antártida ya perdió 450 metros de altura y ahora puede volver a pasar
Sucedió en sólo 200 años, al final de la edad de hielo. Un grupo de expertos han estudiado núcleos de hielo que atestiguan este rapidísimo cambio y avisan: las condiciones climáticas actuales pueden volver a provocar algo parecido
Ocurrió hace ocho mil años. En concreto, al final de la glaciación Würm, también llamada Edad de Hielo, el último periodo glacial de la historia geológica de la Tierra. En esa época, extensas zonas de la tierra -los Andes, los Alpes, Canadá, Islandia, Groenlandia y la Antártida- estaban ocupadas por gigantescos casquetes de hielo.
Estos dos últimos puntos, la Antártida y Groenlandia, retienen parte de sus hielos desde entonces. Sin embargo, al final de la edad de hielo, sufrieron "un cambio drástico y repentino de altura" que hasta ahora nunca se había podido medir con exactitud. Los investigadores de Cambridge y el British Antarctic Survey, que han publicado este estudio en Nature, ponen el acento en estos dos adjetivos para explicar lo que ocurrió.
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Primero, fue un cambio "drástico", porque la cantidad de hielo que se descongeló, debido a la entrada de agua caliente en las capas inferiores, es enorme y escapa a la comprensión humana: Para intentar imaginar su magnitud dan este dato: se perdieron, en una superficie enorme, 450 metros de altura de la capa de hielo, el equivalente a la altura de las torres Petronas en Malasia.
Después le añaden otro calificativo: "repentino". Y lo explican. Fue una pérdida de hielo muy rápida (teniendo en cuenta los tiempos geológicos, que son muy lentos) y se produjo en apenas 200 años. Para que nos hagamos una idea, la edad de hielo duró 100.000 años, y este proceso apenas supone el 0,2% del tiempo.
Y esta segunda cifra es clave porque nos lleva a comparar la época actual con el final de la última Edad de Hielo.
Sabemos que entonces las temperaturas en la Tierra estaban aumentando. La temperatura del mar subió y el agua se coló por debajo de los hielos antárticos. Eso provocó que se descongelaran "de abajo a arriba" en esos cortísimos 200 años liberando millones y millones de litros de agua a los océanos.
El problema es que aquel cambio de temperaturas ocurrió "a un ritmo más lento que el calentamiento antropogénico actual", ha explicado la doctora Isobel Rowell, coautora del estudio.
Esto les lleva a concluir a los científicos que el proceso de deshielo que se está produciendo ahora mismo podría ser más rápido que el que se acaba de estudiar. El estudio, explican los expertos, nos avisa "sobre la rapidez con la que el hielo antártico podría derretirse si las temperaturas continúan aumentando" en la actualidad. Si pasamos determinadas temperaturas que se consideran puntos de inflexión se puede producir "un colapso descontrolado" de los hielos antárticos que elevarían el nivel del mar de una manera que no podemos entender.
El hielo de la Antártida está en peligro
Las capas de hielo de la Antártida, de oeste a este, contienen suficiente agua dulce para elevar el nivel global del mar en unos 57 metros. La capa de hielo de la Antártida Occidental se considera particularmente vulnerable porque gran parte de ella se asienta sobre el lecho rocoso que se encuentra por debajo del nivel del mar.
Las predicciones de los modelos científicos actuales sugieren que una gran parte de la capa de hielo de la Antártida Occidental podría desaparecer en los próximos siglos, lo que provocaría un aumento del nivel del mar. Sin embargo, hasta ahora, toda la comunidad científica coincide en que no se sabe exactamente cuándo y con qué rapidez podría perderse el hielo. Este estudio genera una base sobre la que entender qué podría pasar porque "ahora tenemos evidencia directa de que la capa de hielo antártica sufrió esta rápida pérdida de hielo en el pasado", dice el profesor Eric Wolff, autor principal del estudio.
Y añade: "este escenario podría volver a suceder si partes de esta capa de hielo se volviesen inestables por el aumento de las temperaturas".
¿Cómo se estudia el hielo antiguo?
Para ello, los científicos estudian los "núcleos de hielo". Están formados por capas de hielo que se crearon a medida que crecía en los periodos más fríos y que se fueron compactando en cristales de hielo durante miles de años. Atrapadas dentro de cada capa de hielo hay burbujas de aire antiguo y contaminantes que se mezclaron con las nevadas de cada año, proporcionando pistas sobre el clima cambiante y la extensión del hielo.
Para este estudio, los investigadores perforaron un núcleo de hielo de 651 metros de largo de una zona que se llama "Skytrain Ice Rise". Este montículo de hielo se encuentra en el borde de la capa de hielo antártica, cerca del punto donde el hielo conectado a tierra fluye hacia la plataforma de hielo flotante de Ronne.
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Después de transportar los núcleos de hielo de regreso a Cambridge a -20ºC, los investigadores los analizaron para reconstruir el espesor del hielo. En primer lugar, midieron isótopos estables del agua, que indican la temperatura en el momento en que cayó la nieve. Luego midieron la presión de las burbujas de aire atrapadas en el hielo. Al igual que la temperatura, la presión del aire también varía sistemáticamente con la elevación. El hielo más bajo y delgado contiene burbujas de aire a mayor presión.
Estas mediciones son las que les llevaron a entender que el hielo bajó rápidamente hace 8.000 años.
Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación...