Hace tiempo que Miguel Bosé no deja de sorprender con su incorrección política y sus enfrentamientos dialécticos públicos con diferentes personas. Todavía resuena su negacionismo del COVID-19 y su discusión en el programa de Jordi Évole sobre la pandemia, en el que el cantante cuestionaba si el virus era realmente el causante de tantas muertes. «Soy negacionista», dijo entonces. «Es una postura que llevo con la cabeza bien alta». En aquella entrevista, Bosé llegó a reconocer que pasó casi 20 años enganchado a las drogas. «He consumido casi dos gramos diarios», admitió. También fue bastante sonada su crítica a Pedro Sánchez por la «traición» de la amnistía. «La traición se paga y se paga pronto y muy cara. Arrieros somos», le lanzó al presidente del Gobierno. Por otro lado, Miguel Bosé protagonizó otra polémica cuando se descubrió que su nombre aparecía en la investigación de los Papeles de Pandora, por haber sido accionista de una sociedad panameña vinculada a un banco suizo, junto a otros españoles como Julio Iglesias o Pep Guardiola.. El cantante reaparece a cuenta de las protestas de los agricultores. Miguel Bosé no ha querido dejar pasar la oportunidad de solidarizarse con el malestar del campo y, en su cuenta de Instagram, ha usado una imagen generada por inteligencia artificial con una calle abarrotada de gente, banderas de España, tractores y toros corriendo. Así, todo mezclado en una sola imagen. Además la imagen va a acompañada de un texto: «Son ellos quienes nos dan de comer, no los gobiernos. Apoyemos sin límites y con todas nuestras voces y derechos a ganaderos, agricultores y pescadores. Esto se acabó. Ni un paso atrás». Las protestas de los agricultores españoles buscan solucionar los problemas del campo a partir de una diversidad de actores y reivindicaciones que choca, a corto plazo, con la complejidad de una política agraria que se dirime a escala europea, nacional y autonómica. En la última semana, las tractoradas han ido acompañadas de mensajes que reclaman medidas urgentes para reducir la burocracia y las exigencias ambientales, flexibilizar la Política Agraria Común (PAC) e imponer las mismas condiciones de producción a las importaciones de terceros países, aparte de otras demandas que varían en función de los convocantes y los territorios. Las organizaciones agrarias clásicas Asaja, COAG y UPA comenzaron a manifestarse el pasado jueves, dos días después de que lo hicieran grupos de productores movilizados por redes sociales, lo que dio lugar a la creación de la Plataforma 6F y de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, vinculadas o cercanas al partido de ultraderecha Vox. Todas ellas han convocado protestas para las próximas semanas.