'Fachaleco', tomates de oferta y superioridad moral: las reflexiones del 'Tractorista de Castilla' sobre la crisis del campo
Lleva años captando la belleza del campo con su cámara, viajará a Madrid para protestar y propone "repensarlo todo"
Gastro SER | Entrevista a Rodrigo Carrillo (Tractorista de Castilla)
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Madrid
Rodrigo Carrillo es madrileño y estudió Sociología en la Universidad Complutense, pero ya lleva más de una década dedicándose profesionalmente a la agricultura en la provincia de Cuenca: lavanda, olivar, cebada, girasol... Lo que le ha hecho famoso al Tractorista de Castilla, sin embargo, son sus preciosas fotografías de los campos arados, nevados o florecidos, en distintas épocas del año. Paisajes que él mismo ha pintado con su tractor y que, de vez en cuando, comparte en sus cuentas de X (Twitter) e Instagram.
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En una entrevista concedida a Gastro SER, Carrillo señala que aún no ha participado en ninguna tractorada, pero que sí tiene pensado acudir a la protesta convocada en Madrid el próximo día 21. "Hay muchos motivos para participar en unas movilizaciones serenas", explica. "La nueva PAC es una locura que nadie acaba de entender y estamos sometidos a un control muy riguroso. A veces, de hecho, las ayudas y subvenciones nos exigen hacer cosas que no entendemos, como dejar de producir alimentos, lo cual puede provocar un encarecimiento de la cesta de la compra".
El agricultor madrileño lleva tiempo sufriendo los efectos del cambio de climático y, aunque reconoce que "la sequía no es culpa de nadie", sí lamenta que, últimamente, se esté sumando todo. "También es verdad que vamos a seguir sin poder beber el agua de mi pueblo porque hemos inundado los acuíferos con nitratos de nuestra propia fertilización".
Cuando no salen las cuentas
El Tractorista de Castilla se expresa con serenidad y huye de las estridencias, pero pide que se escuche a los agricultores y que se llegue a soluciones de consenso. "Hay un problema de modelo y, probablemente, tengamos que repensarlo todo, incluyendo ciertas prácticas sobre los suelos para ser más respetuosos con el medio ambiente. Pero para las empresas pequeñas y medianas producir en ecológico no es fácil porque el rendimiento por hectárea se reduce a una tercera parte y porque la inversión en maquinaria requiere muchísimo dinero".
Al preguntarle por las propuestas políticas para resolver la situación del campo, Carrillo confiesa que siempre ha tenido la sensación de que la izquierda les da la espalda, que se tiende a generalizar y que se acerca al mundo rural mirando por encima del hombro.
"Existe el sesgo de esa izquierda que gana votos en la ciudad y a la que le da miedo al campo", explica. "Pero a veces nos dejamos llevar por las redes sociales, cuando en realidad son cuatro opinólogos de ciudad que creen que hay mucho señorito paleto con náuticos y fachaleco en un tractor. Pues mira, yo sí creo que la izquierda tiene que adoptar una actitud de escucha respetuosa, sin superioridad moral, y que también tiene que escuchar a la gente de derechas. En un pueblo como el mío, de 300 habitantes, hay de todo y nos ayudamos y nos complementamos".
Del aplausos al tomate de oferta
Carrillo tiene claro que, sin las subvenciones al gasoil, muchas explotaciones familiares tendrían que cerrar. Pero también reivindica la participación en el debate de los jornaleros y los migrantes: "No se puede permitir que cobren lo que están cobrando".
Sea como sea, no tiene muchas esperanzas en que se llegue a alcanzar una solución definitiva a corto plazo. "Unos pedimos unas cosas y otros, otras. Hay demasiados puntos de vista enfrentados y lo único que ha hecho Europa es aumentar el uso de fitosanitarios. Eso no sé si va a impedir que nos sigan colando fruta de Marruecos o de donde sea con productos que aquí no nos permiten utilizar. Pero también hay que poner el foco en las grandes superficies, que al final son las que compran a otros países".
Las protestas de los agricultores han suscitado, por lo general, muchas simpatías. Pero buena parte de quienes aplauden al paso de los tractores luego agravan el problema —sin ser conscientes de ello— al elegir los tomates más baratos el supermercado. "Comprar es un acto político, pero si hay gente que no puede comprar el tomate de aquí a 6 euros y sí el de fuera, que está a 2, yo no le voy a decir que no lo haga. Cada uno compra acorde a su condición económica, pero la concienciación debería estar un poco por delante", asegura el Tractorista de Castilla.
Sea como sea, Rodrigo Carrillo reconoce que, ante muchas situaciones, aún se está formando una opinión. "Si me llamara el ministro de Agricultura o el presidente del Gobierno, les agradecería su interés, pero está claro que hay gente con más conocimientos que yo. Creo, eso sí, que hay que tenderle la mano a los productores para que cambien de modelo de forma amable, sin sanciones. A lo mejor probando te convenzo".
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...