Yolanda Díaz recorrió España escuchando, pero parece que no la entendió

A Yolanda Díaz le ha durado el liderazgo de Sumar solo un ciclo electoral. Cinco convocatorias electorales en las que su formación, la que ella lanzó para consolidar el espacio a la izquierda del PSOE tras el fiasco de Podemos, solo ha hecho que conseguir malos resultados, uno tras otro. Ella, Yolanda Díaz, que se erigió como la líder indiscutible de ese espacio para luchar, dijo, contra los egos, contra los hiperliderazgos masculinos. Contó en los primeros pasos de la formación que había que apostar por otra forma de hacer política, una forma empática, feminista, cohesionando las diferentes sensibilidades territoriales, negando a Podemos, cuyo líder, por cierto, la señaló a ella como sucesora. Recorrió España escuchando, pero parece que no la entendió.

Toda su capacidad negociadora, reconocida e indiscutible, al frente del Ministerio de Trabajo no le sirvió para que el proyecto Sumar tomara cuerpo. En primer lugar, porque su enfrentamiento con Podemos fue indisimulado desde el primer momento, por ambas partes; y después, porque un conjunto de marcas no tiene por qué ser una suma. Cada uno es cada uno, con sus aspiraciones. Así que ese espacio a la izquierda del PSOE hace honor a la historia e implosiona por enésima vez.

Pero hay una cosa más. Yolanda Díaz quiso liderar Sumar, pero sin mojarse. Han sido más de una y más de dos las ocasiones en las que ha querido escenificar cierta distancia para que las pugnas, los desacuerdos y los malos resultados no le salpicaran. La más evidente, ya el domingo, cuando decidió no acercarse a la sede del partido a seguir los resultados de las elecciones europeas y permitió que la candidata, Estrella Galán, su apuesta, apareciera prácticamente sola la noche electoral para reconocer los malos resultados cosechados.

Y a partir de la dimisión de Yolanda Díaz se abren bastantes incógnitas. Las internas tendrán que resolverlas en el partido, si realmente sigue viva la apuesta por ese espacio político, pero hay incógnitas relacionadas con la propia estabilidad del gobierno de coalición de Pedro Sánchez. Ella, como líder de Sumar, ocupa la segunda vicepresidencia del Gobierno, y con su paso al lado, ¿a quién representa exactamente Díaz en el ejecutivo? En cualquier caso, Pedro Sánchez es consciente de lo importante que es para él ese espacio a la izquierda del PSOE, así que tendrá que medir muy bien todos los pasos a partir de ahora.

Al final, resulta que las elecciones europeas han tenido más impacto en el Gobierno que el parecía en un principio.

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