"Es una ganga, un regalo": así es el más barato de los ocho vinos españoles que han conseguido 100 puntos Peñín

Si hace un año la Guía Peñín le daba 100 puntos —lo máximo— a tres tintos y un blanco, ahora ha duplicado su magnificencia y ya hay ocho referencias españolas en la categoría más alta del vino. En concreto, un espumoso (Enoteca Gramona 2011), tres blancos (Belondrade Les Parcelles 2019, Dominio del Águila Viñas Viejas 2016 y La Fillaboa 1898 2016) y cuatro tintos (Contador Las Paulejas 2020, Viña El Pisón 2022, Dominio de Atauta La Roza 2018 y Les Manyes 2022). La publicación, que ya se puede consultar on line, llegará a las librerías en octubre. «Todos ellos han sobresalido y representan la más alta expresión del vino español a día de hoy», señala el director de la guía, Carlos González. «Antes solíamos dar 99 puntos, como mucho, pero hemos evolucionado y hemos llegado a la conclusión de que hay que mostrar cómo ciertos vinos de diferentes estilos pueden llegar al culmen de la enología española, representando a todo el panorama vitivinícola». Después de más de 30 ediciones publicadas sin conceder nunca los 100 puntos, la Guía Peñín 2023 puntuó con la máxima nota a dos vinos generosos (de Jerez y de Montilla-Moriles). Un techo que antes, en realidad, ya había roto la prestigiosa Guía Parker. Pero ese gesto extraordinario va camino de convertirse en algo habitual porque el año pasado ya alcanzaron la perfección cuatro vinos de Rioja, Ribera del Duero y Rías Baixas. En esta ocasión, sin embargo, los 100 puntos han llegado a propuestas más variadas y no tan clásicas: Priorat, espumosos, vinos que no pertenecen a una denominación de origen... «También hay diferentes estilos de Rioja o un Ribera del Duero que destaca por su elegancia y su sutilidad», explica González. Pero, ¿qué se siente al catar un vino con 100 puntos? «Nosotros nos hartamos de probar vinos. ¡Catamos casi 10.000 al año! Por eso, cuando hay uno que te flipa y ves que a tus compañeros también, acabas llegando a la conclusión de que estás ante algo especial», asegura González. «Hay muchos vinos buenísimos, pero al catar uno de 100 puntos —que son muy pocos— sientes algo más: una energía especial, un golpe en el corazón... y te entran ganas de transmitirlo». Para sentir esa magia de los 100 puntos, sin embargo, normalmente hace falta gastarse bastante dinero. El más caro de los ocho vinos con 100 puntos de la Guía Peñín 2025 es el tinto Contador Las Paulejas 2020 (580 euros), pero luego hay seis más en la franja que va de los 150 (Enoteca Gramona 2011) a los 350 (Viña el Pisón 2022), con un precio medio de casi 250 euros. Pero hay un vino sensiblemente más barato que todos los demás: La Fillaboa 1898 2016. Un blanco de Rías Baixas que ronda los 55 euros por botella y que Carlos González considera «un regalo». Al recordar que los vinos de ese nivel en Francia, Italia o Alemania no suelen encontrarse por menos de 500 euros, de hecho, el experto insiste: «¡Es una ganga! No sé si es que todavía no son conscientes de lo que tienen o que, sencillamente, no lo quieren poner más caro». Sin embargo, el experto en vinos de Gastro SER, Santi Rivas, recuerda que, aunque se trata de un buen vino, la inmensa mayoría de las referencias de Rías Baixas están por debajo en precio y que, en realidad, hay muchos vinos interesantes en esa zona por entre 15 y 40 euros. Según el vampiro del vino, además, La Fillaboa 1898 2016 no encaja con «el estilo vigente» porque «los más buscados de la Denominación son vinos con un estilo más austero, ácido y salino». Situada en Salvaterra de Miño (Pontevedra), junto al río que marca la frontera con Portugal, Fillaboa es una bodega «pequeña-mediana» que pertenece, como Leda (Castilla y León), Murua (Rioja), Pagos de Araiz (Navarra) o Valverán (Asturias), al grupo Masaveu, y que tiene al frente a la enóloga Isabel Salgado. «Fui este verano porque quería conocer cómo era», explica González. «De La Fillaboa producen algo más de 200.000 botellas, pero luego tienen la selección Finca Montealto, y creo que ni ellos mismo preveían que fuera a tener tanta calidad. De hecho, es un vino parecido a la añada de Señorans a la que el año pasado le dimos 100 puntos. Este lleva años sacando muy buenas puntuaciones: 96, 97, 96... Pero los mejores albariños, sin pasar por madera, ganan matices con el tiempo». Según González, en España acostumbramos a tomar los albariños demasiado pronto: «Deberíamos empezar a beber los de la cosecha del 23 justo ahora, después del verano, pero salen antes por presiones del mercado. Si les damos más tiempo, algunos desarrollan complejidad y unos matices alsacianos, como de hidrocarburos, que solo aparecen en los blancos de muy alto nivel y que, en España, solo se dan en esta zona». Los vinos calificados con 100 puntos suelen agotarse y subir de precio, así que es de esperar que con La Fillaboa 1898 2016 suceda algo parecido. «Desde que a Señorans le dimos los 100 puntos, está sold out y ha ido subiendo de precio. Hace tres años costaba 30 y ahora, aunque sigue siendo un regalo, está casi en 60».

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"Catamos casi 10.000 vinos al año", asegura el director de la guía

Carlos G. Cano

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