El único partido político español cuyos votantes prefieren la tortilla de patatas sin cebolla

Al comparar a un ciudadano español con otro, lo normal no sería encontrar siete diferencias, sino muchas más: su opinión sobre los impuestos, su lengua materna, su fe, su equipo de fútbol, su criterio sobre derechos como la eutanasia, su actitud respecto a los inmigrantes... En una sociedad formada por 47 millones de personas, abunda la diversidad y, cada vez más, la polarización. Pero también hay cuestiones que vertebran a un país y lo cierto es que cuesta dar con algo que genere tanto consenso como la comida. Al ver con detalle la segunda edición del estudio del CIS sobre Turismo y Gastronomía, de hecho, es fácil detectar dónde están las mayorías: a la gente le parece «muy importante» irse de vacaciones (65%), preferiblemente en compañía (86%), y lo que más le gusta es el «sol y playa» (53%). Procura comer fuera de casa al menos una vez al mes (83%), sobre todo para reunirse con amigos o familia (57%), y suele gastarse entre 15 y 30 euros por persona (51%). Más de la mitad de los algo más de 4.000 encuestados considera, además, que la cocina casera «se está viendo desplazada por la comida rápida» (46,5%) o que «va reduciéndose su uso» (23,8%), sobre todo a causa del estilo de vida acelerado y la falta de tiempo (48,7%), pero también porque cada vez es más fácil acceder a la comida preparada (13,2%), tanto a domicilio como en el supermercado. Curiosamente, a pesar de que haberse convertido en un elemento divisivo, la tortilla de patatas con cebolla es otro de los grandes pilares de la cohesión nacional porque aglutina al 71,8% de la población, frente a un 21,3% que la prefiere sin y a un 6,5% que se apunta tanto si lleva como si no lleva cebolla. Pero uno de los elementos más interesantes del estudio del CIS es que cruza las respuestas temáticas con la variante electoral, segmentando las respuestas que han dado los votantes de cada partido. Una enorme base de datos que, por regla general, confirma que la comida no tiene mucho que ver con la política. Pero, claro, hay algunas excepciones... ¿Hay mucha diferencia entre un votante del PSOE y otro del PP, en lo que se refiere a sus preferencias gastronómicas? Según la encuesta del CIS, no. Pero las respuestas a la cuestión de la tortilla con y sin cebolla sí arrojan un dato llamativo porque, en mayor o menor medida, todos los partidos cuentan con un electorado concebollista. Entre los votantes de Coalición Canaria, de hecho, hay unanimidad: ¡el 100% la prefiere con cebolla! Pero también es la opción favorita entre quienes votaron PP (74%), PSOE (72%), Vox (76%), Sumar (72%), ERC (79%), Junts (78%) o Bildu (91%). Sorprende la elevada proporción de sincebollistas que hay entre los votantes del PNV (33,5%), pero la encuesta del CIS deja claro cuál es el único partido político español con un electorado partidario de la tortilla de patatas sin cebolla: ¡el BNG! Entre quienes votaron a los nacionalistas gallegos en las últimas elecciones generales, el 48,2% prefiere la tortilla de patatas sin cebolla, frente al 43,5% que la prefiere con, y un 8,3% que cree que puede hacerse indistintamente con o sin. También hay un gran consenso en que la tortilla debe hacerse poco hecha, una fórmula que, de media, cuenta con un apoyo del 52,9% y picos destacados entre los votantes de UPN (100%), Junts (74%) o Bildu (74%), pero de nuevo hay un único partido que rompe la unanimidad: el 87,4% de quienes votaron a Coalición Canaria en las últimas elecciones considera que debe hacerse «muy hecha». Al cruzar las preferencias gastronómicas y electorales también resulta curioso el distinto apego por los productos ecológicos, que son «bastante» o «muy interesantes» para los votantes de Bildu (84,9%), Sumar (71,7%), ERC (67%) o PSOE (65,2%), y mucho menos para los de PP (49,7%), PNV (42,6%) o Vox (38,3%). El CIS también ha preguntado cuál es «el plato español más típico y representativo de la gastronomía española». Al sumar lo que los encuestados han respondido como «primer lugar» y «segundo lugar», hay dos claros triunfadores: la tortilla (66,2%), seguida de la paella (63,1%), con el jamón ibérico, el gazpacho andaluz, las croquetas, el cocido madrileño y el pulpo a mucha distancia. Los más partidarios de la paella son los del PP (44,1%) y los que más han votado a la tortilla, los de Coalición Canaria (60,4%). Pero, de nuevo, hay un partido que rompe la hegemonía porque los votantes del PACMA son los únicos (curiosamente) que consideran que el plato más típico de España es el jamón ibérico (47,5%). Al repasar qué platos típicos de cada comunidad autónoma han elegido los votantes de cada partido, sorprende que los andaluces de Vox y Sumar coincidan en el gazpacho, mientras que en el PSOE optan por el salmorejo y en el PP por el pescadito frito. En Cataluña, en cambio, son los votantes socialistas los únicos que se desmarcan de la hegemonía del pan con tomate, decantándose mayoritariamente por los calçots.

El único partido político español cuyos votantes prefieren la tortilla de patatas sin cebolla

¿Hay mucha diferencia entre un votante del PSOE y otro del PP cuando se sientan a comer?

Carlos G. Cano

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