La guerra del vino blanco: por qué ha sentado tan mal que Rueda "se suba al carro" de la godello

En tiempo de vendimia se suele pisar la uva, pero lo que han pisado en la Denominación de Origen Rueda, esta vez, es un charco. Uno grande y de mosto de godello, concretamente, porque su Consejo Regulador, con sede en Valladolid, ha aprobado la incorporación de esta variedad de uva al pliegue de condiciones por el que se rigen sus bodegas. Una maniobra pertrechada desde la capital de la verdejo que no le ha sentado nada bien a sus vecinos del Bierzo. Todo empezó en abril, cuando el sindicato Asaja desveló que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda, que en 2023 comercializó 115 millones de botellas, planeaba producir uva godello. Una apuesta a la que se oponían desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores porque, en su opinión, supondría una «competencia inasumible para los pequeños productores del Bierzo». En ese momento, según ha detallado a Gastro SER, Adelino Pérez, presidente de la Denominación de Origen Bierzo, se puso en contacto con su amigo Carlos Yllera, presidente de la Denominación de Origen Rueda, para intentar confirmar la información: «Hablé con él y me dijo que había godello plantada, pero que no estaba previsto incorporarla ni a corto ni a medio plazo». La semana pasada, sin embargo, el Boletín Oficial de Castilla y León publicó la nueva normativa de Rueda y, efectivamente, tal y como había adelantado Asaja, la uva godello aparecía entre las nuevas variedades admitidas por el Consejo Regulador. La reacción no se hizo esperar: el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo aseguró que se trataba de un ataque inadmisible y un caso de competencia desleal y Rueda respondió que no pretende usurpar la identidad de nadie. Pero, ¿qué hay detrás de esta guerra del vino blanco? El experto en vinos de Gastro SER, Santi Rivas, reconoce que se enteró de la moda de los godellos cuando, de repente, le llegó un encargo para que escribiera sobre el tema «porque lo estaban petando». Una tendencia que ha reventado la dicotomía tradicional y que, en su opinión, se mantiene porque «la godello no va a acabar pervertida industrialmente, como sí ha pasado con la mayoría de viuras, verdejos y albariños». «La godello te garantiza un mínimo de autenticidad, así que no te vas a encontrar aromas desagradables», asegura. «Pero es que además están dando dinero, por eso los viñedos del Bierzo están tan cotizados que hay auténticas guerras fraticidas». Al pedirle que recomienda tres vinos blancos de entre 10 y 30 euros elaborados con esta uva, Santi Rivas propone Bolo (Valdeorras), los de la bodega Virgen do Gallir (Valdeorras) y también La Llorona (Bierzo). Pero añade que el mejor godello que ha probado es el O Soro, de la Bodega Rafael Palacios. Javier Campo, autor de El arte del maridaje y de Método Maître, coincide en que «el éxito de los godello radica en la elegancia, el equilibrio y la frescura» de unos vinos que, además, «suelen ser muy gastronómicos» y que «están despuntando notoriamente». Al preguntarle por la polémica decisión de Rueda, Campo reconoce que «desde el punto de vista comercial, algunos piensan que es una jugada maestra», pero él no cree que nadie deba llevarse las manos a la cabeza porque en el mundo del vino es habitual recurrir foráneas a variedades foráneas sin que ello te haga perder identidad: «Los vinos, en realidad, son de donde se hacen. Cuando pusimos banderas y fronteras, las cepas ya llevaban tiempo plantadas. El vino es un bien universal». Adelino Pérez, presidente de la Denominación de Origen Bierzo, insiste en que, sabiendo que no son «los dueños de ninguna variedad», tampoco les parece «normal» que la Denominación de Origen Rueda «se suba al carro» de una uva que llevan años trabajando y defendiendo junto a los responsables de Ribeiro, Ribeira Sacra, Monterrei o Valdeorras. «La estrella del Bierzo sigue siendo la mencía, pero los godellos están creciendo a un ritmo del 80% anual y, como hemos hecho un buen trabajo y a la gente le gusta, ahora se apuntan», asegura. Su objetivo, de hecho, es que la Junta de Castilla y León admita sus alegaciones y que no permita la comercialización con etiqueta D. O. Rueda de los vinos elaborados con godello. «Las denominaciones de origen existen para proteger el origen de las cosas y nuestra obligación, como Consejo Regulador, es promocionar y controlar», señala. «Nosotros también hemos incorporado variedades de Francia y Portugal, pero porque hemos demostrado que llevaban aquí más de 100 años». El presidente de la D. O. Bierzo está a favor del uso de variedades foráneas cuando haya legitimidad histórica, pero no por oportunismo comercial. «Cvne quería elaborar godellos y mencías, y se ha instalado en Valdeorras. ¡Eso está bien! Pero responderíamos de la misma manera si esto mismo lo hubieran hecho en Canarias, Cataluña, Sudáfrica, Australia o Chile», asegura. Su respuesta descarta una posible motivación política o de rivalidad local y, de hecho, se muestra convencido de que llegará a entenderse con Carlos Yllera porque «es un tema de consejos reguladores, no de presidentes». Pero no hay que olvidar que todo esto sucede solo dos meses después de que la Diputación de León haya pedido crear una autonomía propia para León, Zamora y Salamanca, alegando «desatención y hartazgo» por parte de la Junta. Por su parte, Santiago Mora, director general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda, dice sentirse «sorprendido» por la polémica y alega que el uso de variedades de uva no autóctonas es algo «habitual y normal» en el mundo del vino. «La verdejo está plantada en medio mundo: California, México, Argentina, Australia... ¡A nosotros nos interesa que sea más internacional!». Al plantearle que mucha gente del sector ha interpretado la decisión de rueda como una maniobra oportunista, Mora responde que «Rueda es la única denominación que está creciendo» (un 6% en 2023) y alega que producen «el 43% del vino blanco de calidad» que se hace en España.

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Carlos G. Cano

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