"Allí había mucha testosterona": la historia del "medidor de penes" que apareció en el baño de un restaurante vasco con tres estrellas Michelin
El autor decidió añadir varias marcas con el tamaño medio de distintas comunidades autónomas
Madrid
La pandemia de covid y el movimiento feminista han impulsado grandes cambios en la hostelería española. Uno de los más notorios, sin duda, es el de la falta de personal. Muchos de los que antes estaban dispuestos a pasar 12 o 14 horas al día dentro de una cocina —incluyendo festivos y fines de semana— ahora disfrutan de mejores condiciones... o se dedican a otra cosa. La obsesión por el éxito y el reconocimiento, además, ha quedado un tanto eclipsada por valores como el respeto al medioambiente, la sostenibilidad social y laboral, o la preocupación por las enfermedades mentales.
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Pero el cambio se ha ido produciendo de forma lenta y progresiva, por lo que quienes se atrevieron a señalar determinados síntomas de forma precoz tuvieron que elegir entre pagar el peaje de parecer un poco antipáticos... o usar el sentido del humor.
Al ilustrador Javirroyo se le da muy bien esta segunda opción y, para comprobarlo, basta con echar un vistazo a sus viñetas, que en muchos casos están cargadas de ironía y crítica social (de los micromachismos a la indiferencia ante la guerra, pasando por la adicción al móvil), pero que a la vez son tan graciosas e irreverentes que consiguen desarmar —sonrisa mediante— hasta a los más obstinados.
"Lo mejor era reírnos un poco"
Un día, en 2011, fue a visitar a su amigo Julián, que regenta un colmado cerca del Mercado de la Bretxa, en San Sebastián, y este le dijo que tenía que conocer al cocinero David de Jorge porque, además de presentar con mucho éxito el programa de recetas Robin Food, también era un gran aficionado al cómic.
¡Dicho y hecho! Javirroyo se acercó a Lasarte-Oria, donde está el restaurante Martín Berasategui y donde se rodaba el programa de ETB. "Nos saludamos, empezamos a hablar... y al rato me dijo que dejara en enrollarme y que le dibujara algo", explica Gastro SER. "Así que le pedí un rotulador... y me fui al baño".
Tras unos minutos en el backstage del restaurante, el dibujante maño se había fijado en que la mayoría de los trabajadores eran hombres, que todos estaban muy serios, que en el ambiente se respiraba cierta tensión y que, además, había una tele encendida con un canal de deportes sintonizado. "Allí había mucha testosterona y pensé que lo mejor era reírnos un poco de eso", explica.
Medidor de penes en el baño
Se le había ocurrido una idea brillante con la que podía ridiculizar el (a veces exagerado) ego de los chefs... y no dudó: "Me fui al baño y, junto al retrete por el que pasan todos los cocineros del restaurante, dibujé un medidor de penes. Una especie de regla colocada a la altura de los genitales. Tiré un poco de tópicos, lo reconozco".
El cocinero David de Jorge confirma a Gastro SER que la versión de Javirroyo: "Fue lo primero que hizo cuando le conocí. Como cuando el papa Julio II le encargó a Rafael que pintara Palacio Apostólico y a Miguel Ángel la Capilla Sixtina, yo le pedí a Javirroyo que pintara mi baño... y dibujó un medidor de penes".
Pero el ilustrador, llevando al límite sus ganas de provocar (sonrisas), dibujó algo más en la pared. Por un lado, una especie de pelea verbal entre un filete y una emulsión (¿las dos almas de la cocina moderna? Por el otro, dos pequeños penes: el de "David el gnomo" y otro, más pequeño aún, atribuido a David de Jorge.
"Hoy valdrían una fortuna"
Lejos de tomárselo mal, de hecho, cada vez que iban al baño y se topaban con la obra de Javirroyo, los trabajadores del restaurante se han estado partiendo de risa durante años. Pero fue una obra efímera: "Desgraciadamente, pintaron el baño y se perdieron esas preciosas pinturas que hoy valdrían una fortuna", apunta el cocinero vasco.
Entre David de Jorge y Javirroyo, de hecho, eso fue el principio de una bonita amistad que, con el tiempo, también les llevó a colaborar profesionalmente: en 2015 publicaron la biografía ilustrada Martín Berasategui y David de Jorge, en la que mezclaron sus propias aventuras y desventuras con algunas fantasías, un poco de historia de la cocina y varias páginas de un género tan divertido difícil de identificar.
Un año después, además, publicaron La tortilla de patatas, una "gamberrada" con forma de novela gráfica repleta de recetas, consejos y desvaríos gastronómicos (Dabiz Muñoz aparece como Japonaitor; y Karlos Arguiñano, como Pasapureitor) que sirvió para David de Jorge compartiera uno de sus lemas más icónicos: "Una, grande y con cebolla".
Gastro SER | Entrevista a Leo Harlem
56:36
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El último trabajo gastronómico de Javirroyo, de todas formas, ha sido el cartel del festival gastronómico All Those Food Market de Barcelona, en el que resume la vida en una larga secuencia gastronómica que empieza con la lactancia materna y sigue con el biberón, y acaba con un puré de verduras y, justo antes de morir, suero intravenoso.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...