"Me ha volado la cabeza": así ha sido el primer duelo de cocina entre la inteligencia artificial y un chef profesional
En el equipo de Chat GPT también han participado tres seres humanos
Madrid
Casi 30 años después de que la supercomputadora de IBM Deep Blue le ganara una partida de ajedrez al campeón del mundo de la época, Gary Kaspárov, el congreso San Sebastián Gastronomika ha acogido el primer duelo de creatividad gastronómica entre la inteligencia artificial (Chat GPT 4o) y un cocinero profesional. En este caso, el chef valenciano Ricard Camarena, que cuenta con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol.
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El reto consistía en preparar dos platos salados y un postre, partiendo de los mismos ingredientes, y con un margen de tiempo para pensar y ejecutar la idea de apenas 24 horas, aunque terminando y emplatando sus propuestas, en directo, sobre el escenario del Kursaal, para que pudiera degustarlo —sin saber quién había preparado qué— un jurado compuesto por el chef Joan Roca, el crítico José Carlos Capel y el periodista Manuel Villanueva.
Por un lado, Ricard Camarena ha contado con la ayuda de uno de los cocineros de su restaurante. Pero, por el otro, en el equipo de la inteligencia artificial, también han participado —interaccionando, interpretando y ejecutando— tres seres humanos: Eneko Axpe, que es doctor en Física e investigador de la Universidad de Stanford, y dos representantes de la Fundación Alicia: la científica Laia Abadal y el cocinero Daniel Barrionuevo.
La única pregunta de la IA
"Esto es la bomba porque nunca se había hecho. Nunca una máquina se había enfrentado a un chef", ha explicado Axpe. "Nosotros le hemos dado todo el contexto del mundo, explicándole que iba a ser un combate contra Ricard Camarena... y la máquina nos ha dicho que lo conocía".
El físico vasco ha detallado que Chat GPT se renueva cada 12 o 18 meses y que la nueva versión, la 4.1, ya es completamente distinta a la anterior. Después de darle todas las instrucciones sobre el evento, de hecho, la IA ya supo que se trataba de una actividad enmarcada en San Sebastián Gastronomika. Al preguntarle si tenía alguna duda, respondió que sí, pero que solo una: "¿Quién es el jurado?".
Laia Abadal ha explicado que, al interaccionar con chat GPT, han insistido en que les precisara al máximo los procesos y las cantidades, y que se ayudara de imágenes generadas por ella misma, detallando cómo debía ser el emplatado. Algo que, en realidad, ya había probado con platos destinados a un comedor escolar.
Un 'carrot cake' deconstruido
El primer plato de Ricard Camarena ha sido un bonito sopleteado acompañado de UN tartar de higo y castaña asada, con aceite de piel de higo y albahaca, y cubierto de gelatina de bonito. Siguiendo las indicaciones de la IA, por su parte, Daniel Barrionuevo ha preparado un plato bautizado como El bosque marino, que básicamente estaba formado por una ventresca de bonito con ostra, sal y pimienta.
El segundo plato de la IA ha sido una merluza curada en sal y luego asada, con queso Idiazabal y pimiento de Gernika. Ricard Camarena, por su parte, ha preparado una una merluza cocinada con sal de anchoas, con un sofrito de cebolla y pimiento y con cococha asada. "Me he dejado llevar más por la intuición que por la reflexión, poniendo en valor las fortalezas del humano", ha dicho el chef.
El postre, en ambos casos, ha sido una especie de carrot cake deconstruido, pero con estilos muy diferentes. La última propuesta del chef valenciano, de hecho, ha contado con muchas elaboraciones más: semillas garrapiñadas, nueces cocidas en almíbar, yogur escurrido, mousse de galleta, una mezcla de especias chinas, zanahoria cocida en vino de Jerez y cacao...
El jurado ha decidido dar como vencedor al chef Ricard Camarena en los dos primeros platos, pero ha decretado un empate en el caso del postre. "Con eso me conformo", ha dicho Eneko Axpe. "La verdad es que no me sorprendería ver alguno de estos platos en un estrella Michelin y eso, el mero hecho de que puedan competir, ya me ha volado la cabeza".
El jurado ha insistido en que a los platos de la IA les "faltaba alma". Algo ante lo que Abadal ha recordado que "se trata de una herramienta" con la que hay que seguir experiemntando. Daniel Barrionuevo, por su parte, ha señalado que en el caso de Deep Blue, el humano solo tenía que mover una ficha con la mano, mientras que en este duelo han tenido que interpretar una partitura en la que intervenían otros muchos factores.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía...