Pantomima Full y todas las veces en las que ellos mismos han caído en lo que retratan en sus vídeos: "No se puede escapar de esto"
Puede que después de esta entrevista, Rober Bodegas y Alberto Casado tengan las puertas cerradas de algunos restaurantes
Pantomima Full y todas las veces en las que ellos mismos han caído en lo que retratan en sus vídeos: "No se puede escapar de esto"
Pantomima Full en 'Gastro SER' / CARLOS G. CANO / ELISA MUÑOZ / LUISMI ORTIZ
Madrid
Rober Bodegas y Alberto Casado se conocieron hace años trabajando como guionistas en un programa de televisión y con el tiempo crearon Pantomima Full, un concepto bajo el que crean vídeos de humor caricaturizando detalles cotidianos. Un porcentaje muy alto de esos sketches están relacionados con gastronomía: el vinito, el café, las terrazas, las franquicias, el chef, la cena de empresa, la visita a bodega, al fan del picante, al realfooder, la cerveza artesanal, al que hace ayuno intermitente, al experto en paellas, al vermú, al que compra en Mercadona, al gintonic, al tardeo... Ni ellos mismos eran conscientes de que hubieran hecho tantos pero tiene una explicación: pasan mucho tiempo en los bares y muchas veces se sienten identificados con lo que cuentan: "La gente se cree que estamos fuera de todo lo que retratamos y en realidad estamos dentro y por eso lo retratas. Yo con el vino, por ejemplo, soy muy Pantomima. Justo los de gastronomía son los que más, ahí sí que has caído en todas", responde Bodegas.
Pantomima Full y todas las veces en las que ellos mismos han caído en lo que retratan en sus vídeos: "No se puede escapar de esto"
Comen siempre fuera y como ejemplo de lo difícil que es "escapar de esto", recuerdan su paso por el nuevo restaurante de Kitchen 154 en La Latina: "Llegas ahí, te sientas en una caja dada la vuelta, el agua te levantas a cogerlo de un barreño, no ponen servilletas ponen clínex de estos de cajita, no te dan café, no te dan postre, y dices, en realidad, tenéis la actitud correcta para colarme esta mierda y me siento, y me la zampo y he ido tres veces", resume Bodegas, que tiene claro que "una persona que no este en absoluto contaminada por la estupidez urbanita, la sientas en una caja y le dices que va a pagar 40 pavos y se levanta y se va".
Ninguno de los dos suele cocinar pero "en una competición de mínimos", Bodegas se atreve a decir que ahora mismo está ganando: "Me he mudado y ya tengo cocina, porque mi antigua casa tenía un hornillo eléctrico en los que hacer un sándwich te llevaba 40 minutos hasta que eso cogía calor, y sí me gusta algún sábado plantearme un reto sencillo, una lubina al horno o alguna cosa así de cinco pasos, no te digo que vaya a impresionarte". Casado reconoce que no se plantea comer un sábado en casa ni loco: "¿Ves? Soy un vídeo, igual", dice entre risas.
"Lo del tardeo se ha ido de la manos"
Cuentan que cuando empezaron con Pantomima Full pensaron que tendría poco recorrido, que tampoco habría tantos temas que ridiculizar pero pronto se dieron cuenta de que "el despliegue de estupideces es abrumador". Hace unos días, actuaron en Murcia y comprobaron que "lo del tardeo se ha ido de la manos": "Cuando íbamos de hotel al teatro, que eran 5 o 10 minutos andando por el centro, era todo gente por la calle borrachísima, como si fuera Navidad pero gente pedo", señala Casado.
También dedicaron uno de sus vídeos a los bares nuevos con aspecto de viejos y Casado tiene detectado su público: "Los auténticos modernos van al bar de viejos y luego la gente que no es tan moderna pero que aspira a ello va al bar nuevo de viejos. Este rollo de qué loco que puedes tirar la servilleta al suelo y en realidad lo han montado tres pijos".
La moda del café de especialidad también les toca de cerca. Casado confiesa que tomaba Flat White hasta que descubrió lo fuerte que era: "Dije quizá no me sienta tan bien el Flat White...". Bodegas cree que "el café de especialidad está bueno pero no siempre tienes 20 minutos para pararte en una acera a que un tío con gorra te haga un café, a veces solo tienes 5". A lo que Casado añade: "Y a sentirte inferior a toda la gente que está tomando algo mientras hace diseño gráfico en su ordenador Mac. Entras ahí y dices "soy el peor de todos los que están aquí".
Bodegas destaca una paradoja: "Se quejan mucho de todas las aberraciones que tienen los cafés que no son de especialidad pero ellos te proponen beber en cartón y creo que si eres tan sibarita y consideras el proceso de tomarte un café un ritual a lo mejor deberías darle una oportunidad a la porcelana. Esto con el vino jamás va a pasar".
Momentos de vergüenza ajena en restaurantes
No es difícil sentir un poco de vergüenza ajena en un bar, bien por el servicio o bien por los clientes que te rodean. Para Bodegas es "muy aburrido" cuando ves que lo que el camarero parece que te cuenta de manera espontánea, es un guion y diez segundos después lo estás oyendo en la mesa de al lado: "Sobre todo, porque a veces hay más chapa que la que el plato pide. Me acuerdo en Gofio hace años que hubo un momento que dijeron "esto son unas papas, como las llaman ustedes patatas" y Canarias está lejos pero es menos exótico de lo que tú te crees. Había muchas cosas de estas de contén el relato, amigo", ríe, mientras que Casado le recuerda que "se está cerrando la puerta a muchos sitios".
Casado no dice nombres pero también señala de forma clara dos restaurantes por los que han pasado recientemente: "Hace dos días de gira, teníamos prisa, y fuimos a un sitio que tenía buena puntuación. Típico sitio creado para aquí viene la gente guapa de la ciudad y daba cosica. Tenían como una pantalla gigante con imágenes de gente pasándolo muy bien, musicón… quizá no es lo que pega ahora mismo", pensaba en aquel momento, recordando el vídeo de Pantomima de restaurante canallita, esos que siempre tienen lo mismo, "gyozas, tacos, interpretaciones del bocadillo, igual que hay bares que tienen las mismas canciones".
Una vez destapada la caja de pandora, a Casado se le viene otra vivencia durante la gira: "Estábamos en Albacete y nos dijeron "después de actuar os llevarán a cenar a tal sitio y tenéis que probar el bao", "uy el bao", insistían. Ya en el camino había mucha expectación, "el bao", "el bao..." y comimos el famoso bao y estaba bien, pero ya está, a nadie le explotó la cabeza". Bodegas recuerda estar comiéndolo y sentir las miradas como pensando "ahora es cuando a estos les estalla la cabeza". Pero es que hubo más: "Acabamos de cenar, muchísima comida, y llegó el camarero y dijo "¿habéis pensado postre?" No os preocupéis que ya lo sé, ¡os he guardado otra ronda de baos! Y hubo que comerse dos baos bajo mucha expectativa".
"Ser cocinero implica vestir como un rockero trasnochado o un intelectual"
"No somos los mejores cómicos pero es probable que seamos los que mejor comen", aseguran los chicos de Pantomima Full que cuentan que tienen una clasificación que llaman "la liga de comer" donde los restaurantes por los que pasan suben y bajan según sus puntuaciones. La casita de Sabino de Bilbao, por ejemplo, es uno de los que están en su top, "un sitio de pescadito frito, gambas, conchas, chipirones, tapeo del mar... que te sale con cerveza como a 30 euros".
Como expertos en la materia, han llegado a una conclusión: "Ser cocinero hoy implica vestir de dos maneras, como una especie de rockero trasnochado o muy intelectual. Lo que no puedes es ir con un mandil y algo para que el pelo no manche el plato", resume Bodegas. "Los tattoos, la camiseta remangada, la cinta en el pelo... están sudando y molando a la vez", apunta Casado. Antes la cocina antes solo se basaba en el resultado pero ahora la propia elaboración forma parte de la experiencia en muchos sitios, una performance necesaria. Hay sitios donde la carta es tan potente como la decoración y otros donde la decoración es más potente que la cocina. ¿Es legitimo? Yo creo que sí porque hay veces que hay sitios la comida está muy buena pero si tienes una luz de mierda, el sitio acústicamente es terrible, térmicamente también mal, pues no merece la pena ir. Hay sitios más tradicionales donde a veces ocurre que dices qué buen producto tienen aquí pero entre que está la tele, se oye todo porque rebota el sonido, la sillas son planas y cuando llevas media hora se te ha dormido el culo... sí que de vez en cuando prefiero unas gyozas".
Bodegas es Fernández en realidad
Cuando Bodegas dijo que era una pantomima con el tema del vino en realidad había un motivo que se desveló más tarde: ese no es su apellido real, sino un apodo familiar: "Viene de que mi abuelo tenía una bodega, luego la tuvo mi padre y ahora la lleva mi hermano y en Carballo (Coruña) somos 'Los Bodegas'". Cuenta que después de la vendimia, solían traer el vino sobre todo de Ourense de Ribeiro y se almacenaba en la bodega de su abuelo todo el invierno y la gente iba "a consumir a granel, en las tabernas con barricas y la gente de casas, llevaba su botellita o una damajuana y se la llevaban".
Gracias a eso, de manera instintiva ha aprendido algo del mundo del vino y, como siempre le cae a él la carta el vino, puede hacer comentarios "más precisos que está rico o está malo". Pero su sabiduría no le llega para explicar por qué se ha puesto de moda el Godello: "La gente por no decir "me da igual", se atribuye uno. Tenemos un amigo que siempre pide Ribera y le puedes colar un Rioja". Casado reconoce que él sería un poco de los que pide Godello "sin saber muy bien lo que pide".
"Ser fan de un supermercado es estar muy jodido ya"
Pantomima Full también dedica uno de sus vídeos a la fiebre del Mercadona. Casado cree que ha entrado dos veces en su vida en uno de ellos: "No me coincide ninguno cerca y cuando he entrado no he entendido por qué hay gente que anda 15 minutos para ir si tiene cerca otra cosa. Ser fan de un supermercado es estar muy jodido ya. Muy pocas cosas te ilusionan cuando Mercadona es una cosa de la que eres fan", incide.
Bodegas cree que el aurea que rodeaba a Mercadona ya no reluce tanto y cuenta una anécdota: "Como los findes estamos muchas veces fuera de gira, le he dejado mi casa a algún colega de Coruña para que viniese tres días a estar en Madrid. Me ha pasado, al llegar ver en la despensa cosas del Mercadona, cuando no hay en mi barrio, y pienso "estos locos, que han venido aquí dos días y se han tomado la molestia de ir al Mercadona...". Que sepan sus amigos que van a tener muchas oportunidades de volver a ese supermercado porque van a estar hasta noviembre de gira por todo el país. Este viernes 28 de marzo actúan en el Teatro Alcázar de Madrid y en abril y mayo pasarán por Bilbao, Oviedo, Barcelona, Santander y Valencia.