No son solo negocios, también es algo personal: Los multimillonarios amigos de Trump salen perjudicados por la guerra arancelaria

Madrid

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mezclado negocios con lo personal. O, al menos, esa es una de las explicaciones que se desprenden después de que el republicano haya retrasado la entrada en vigor de los aranceles -salvo para China- 90 días. Trump justificó la medida por la buena voluntad de los países a negociar. Pero hay más. El desplome bursátil, por ejemplo, o que importantes figuras en su administración como Elon Musk, empresario y gran damnificado por los aranceles, haya intervenido personalmente para revertir la situación, según el Washington Post.

El dueño de Tesla es el empresario del círculo más próximo a Trump que peor parado ha salido en la guerra comercial. 31 mil millones de dólares en pérdidas, solo entre el jueves 3 y el viernes 4 abril siguientes al anuncio del jefe de la Casa Blanca. Musk no puede decir que no lo vio venir. Él mismo advirtió el pasado mes de octubre -en plena campaña con Trump- que la reforma económica del republicano provocaría "ciertas dificultades" pero con vistas a un largo plazo más "próspero".

Quizás la sangría en bolsa de su empresa no permitió a Musk ver el bosque, porque durante un mitin con la extrema derecha de la Liga de Salvini abogó por una "política de cero aranceles entre Europa y Estados Unidos". Llamó la atención que una de las principales figuras de la administración estadounidense hablara en contra, al menos en público, de la política comercial. El principal asesor de Trump en la materia, Peter Navarro, comentó que la postura del empresario era lógica porque es "un ensamblador de coches [...] que necesita importar piezas de Taiwán, Japón, etc".

Navarro insinuó que a diferencia de los intereses personales de Musk, el Ejecutivo de Estados Unidos apostaba por la industria nacional. La disputa dialéctica no quedó ahí. El dueño de la red social X escribió en redes sociales: "[Navarro] es un auténtico idiota. Es más tonto que un saco de ladrillos". En la rueda de prensa posterior al enfrentamiento, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt fue preguntada por la tensión. Leavitt zanjó, incómoda pero con un "son cosas de chicos". Para luego añadir "es una buena muestra de la transparencia de esta administración".

Además del magnate de Tesla, la lista de empresarios que se arrimaron a Trump y cuyas políticas ahora se les vuelven en contra es larga. Jamie Dimon, director general de JP Morgan, defendió los aranceles como "una herramienta económica". Criticó a quienes se mostraban pesimistas por la aplicación de las tarifas. "Superadlo", dijo en una entrevista. "Si sube un poco la inflación, pero sirven [los aranceles] para favorecer la seguridad nacional, pues que así sea". Anunciados las medidas económicas por Washington, fue precisamente JP Morgan quien advirtió que las tarifas aduaneras podrían provocar una recesión mundial (60% de probabilidades según el estudio realizado por la entidad financiera).

Bernard Arnault, dueño de la entidad LVMH (Louis Vuitton, Moët Hennessy) estuvo en un sitio privilegiado para presenciar la toma de posesión de Trump. A su vuelta a Francia aseguró que "en Estados Unidos se respira un aire de optimismo, volver aquí es como un jarro de agua fría". El empresario de la marca de moda de lujo criticaba el sistema fiscal en su país, a su juicio, más impositivo que el estadounidense. En los dos siguientes al "Día de la Liberación (tal y como lo bautizó Trump para anunciar los aranceles) LVMH se dejó 11.000 millones entre las dos sesiones bursátiles.

Jeff Bezos (Amazon) y Mark Zuckerberg (Meta) tampoco se perdieron la segunda investidura del republicano. Pasaron de posicionarse en contra del político a donar un millón de dólares, cada uno, para esa ceremonia. Es más, todos los pasos que dieron sus respectivas compañías los días previos y posteriores a la toma de posesión de Trump se interpretaron como guiños hacia las políticas de quien promueve el ideario MAGA (Make America Great Again). La compañía matriz de Facebook perdió un 14% entre el 3 y 4 de abril, mientras que las pérdidas de Amazon, en el mismo periodo, se elevaron a 23.500 millones de dólares.

Públicamente, salvo Musk, ninguno de estos empresarios se ha pronunciado en contra de los aranceles. Pero sin duda el revés de las bolsas no beneficia sus intereses económicos. Aún así, las grandes fortunas no tienen nada personal en contra de Trump, todo lo contrario, son solo negocios.