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Rasmus Munk, mejor chef del mundo: "La comida también puede ser un medio para el discurso social"

El cocinero danés ha sucedido a Dabiz Muñoz al frente de la lista de The Best Chef Awards

Reportaje | Rasmus Munk: "La comida también puede ser un medio para el discurso social"

Madrid

Provocador, reivindicativo, transgresor. Son algunos de los adjetivos con los que los medios de comunicación definen al cocinero danés Rasmus Munk (34 años), propietario del restaurante The Alchemist, ubicado en Copenhague y reconocido como el mejor chef del mundo, por segunda vez consecutiva, en la gala de los The Best Chef Awards que se celebró en Milán hace unos días.

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Ese mismo galardón estuvo tres años seguidos en manos del chef español Dabiz Muñoz, propietario de DiverXO, pero, tal y como se esperaba, Dinamarca ha tomado el relevo.

"No lo veo como haber ganado a alguien", asegura Munk. "Espero usar este reconocimiento como plataforma para impulsar cambios positivos en la sociedad. Es lo que más me importa y en lo que estoy enfocado ahora mismo".

Un ascenso vertiginoso

El chef danés rehuye de este modo el morbo competitivo y se centra más en el propósito de su cocina, la cual ha tenido una evolución rápida y vertiginosa. "Abrimos en 2019 y tuvimos que cerrar un año debido a la COVID, pero ha sido un rápido viaje del que me siento privilegiado", celebra Munk. "Pienso que el premio se debe a que hacemos algo muy diferente a lo que ofrecen otros restaurantes, lo cual es apasionante".

Munk comenzó su periplo gastronómico de casualidad a los 15 años, sin ningún bagaje gastronómico previo, ya que cuenta que en su casa su familia preparaba siempre los mismos cinco platos cada semana. "Comencé cuando un amigo me convenció para asistir al instituto culinario de Copenhague, en Jutlandia, y me fascinó el ver cosas como ingredientes o platos que no había visto en la vida", recuerda el chef.

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Ahora, cuenta con el quinto mejor restaurante del mundo según la lista The World’s 50 Best Restaurants 2025, donde su local apareció por primera vez en 2021 en el puesto 58, y ha superado a decenas de restaurantes en tan solo 4 años.

Uno de los restaurantes más caros del mundo

"Espero que podamos seguir ascendiendo en el futuro, pero por ahora disfrutamos con nuestro puesto". Y, como decía anteriormente, busca que "su posición sirva para salir afuera y generar impacto en sus comensales".

Rasmus Munk y el equipo de Alchemist.

Las personas que pasen por los grandes portones de bronce que custodian su restaurante, propios de una novela de fantasía medieval, encontrarán una forma muy diferente de vivir la gastronomía tal y como la conocemos, al encontrarse con diferentes salas protagonizadas por una cúpula de 360 grados donde se proyectan diferentes contenidos audiovisuales que acompañan al menú y que orientan a debatir sobre normas sociales y aspectos como la libertad.

Si bien es considerado uno de los restaurantes más caros del mundo, ya que su menú oscila entre los 720 y los 2.100 euros (si el comensal desea un maridaje con vinos productores de referencia y una experiencia completa), lo que se ofrece en su interior es una puesta en escena donde prejuicios y valores forman uno junto a la gastronomía. A través de 50 platos —o "impresiones", como él los llama— que se distribuyen en una vivencia inmersiva de 6 ó 7 horas.

"Algo que va más allá de cocinar"

Así es la cocina holística de Munk, donde su objetivo es cambiar el mundo a través de la gastronomía, desafiando ideas preconcebidas de lo que puede ser una comida a través de innovación y curiosidad.

Una proyección de la sala del restaurante Alchemist, inspirada en 'El grito' de Edvard Munch.

"Queremos que el comensal se adentre en otro universo, dejar el mundo exterior por un tiempo y vivir una experiencia inmersiva en diferentes actos y salas", indica. "Hay mucha narrativa en los platos, donde queremos que se reciba algo que va más allá de cocinar y de los ingredientes. Construir un relato a lo largo de la noche y mover al comensal hacia un lugar que quizá no creía posible en un restaurante".

Es esta experiencia holística, y sus diversos platos como 1984 los que le han posicionado como un chef provocador. Pero, lejos de ello, Munk explica que "no provoca por provocar", sino que utiliza la provocación como "herramienta para contar lo que pasa en la sociedad". Asegura, de hecho, que "si la comida solo sirve para dar placer, no estamos aprovechando su potencial".

El poder de los algoritmos

"1984 es un buen ejemplo de un plato con conciencia social", explica el chef. Inspirado en el Gran Hermano y la sociedad de vigilancia, el danés cuenta que fue en un viaje a Estados Unidos, donde se reunió con representantes de las grandes plataformas de redes sociales para entender cómo usan los algoritmos, lo que le inspiró a elaborarlo.

"Descubrí que había un algoritmo que mostraba más visibilidad a las chicas de 10 a 16 años si usaban filtros en sus fotos, y eso me impactó. Lo visibilizamos con un plato que es un ojo en el que tienes que hurgar en la pupila y comerte el interior, mientras las cámaras del restaurante te proyectan en las pantallas, como si fueras vigilado", explica.

'1984', el plato de Alchemist inspirado en la novela de George Orwell.

Ejemplos como este hay muchos, como puede ser Plastic Fantastic, un hueso con carne cubierto de un plástico comestible, donde Munk simboliza cómo el plástico que tiramos al mar acaba regresando a nosotros.

El polémico plato del hambre en África

También habla de Hunger, un plato inspirado en el hambre en África y presentado en San Sebastián Gastronomika 2023, donde dice que la sala "se dividió" y muchos lo odiaron.

El plato 'Hunger', de Rasmus Munk.

"Algunos periodistas me dijeron que lo que hacía era llamar la atención. Pero creo que es necesario usar la gastronomía para hablar de estos temas, aunque incomode, y pienso que la comida también puede ser un medio legítimo para contar estas historias".

El chef, además, cuenta con diferentes iniciativas sociales. Entre ellas destaca Spora, donde desarrolla proteínas para millones de personas a través de la torta de colza. "Hemos desarrollado una tecnología que elimina toxinas de la colza y la convierte en una proteína comestible, con un gran potencial y un valor nutricional similar a la soja".

España y Japón, sus destinos preferidos

Todo su recorrido hizo que Ferran Adrià, chef al que Rasmus admira y considera como "el padrino de la gastronomía", considerara su restaurante como "el más hot del mundo", lo cual considera un gran honor.

"Cuando acababa mis estudios en 2011 leí que cerraba El Bulli y llamé para intentar reservar una mesa, pero era imposible. Es una experiencia que lamento no haber vivido. Me fascinaba su filosofía y estudié todos sus libros", cuenta Rasmus.

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Sin embargo, el destino le otorgó el gran placer de conocerlo. "Seis meses después de abrir Alchemist, Ferran vino a cenar, y luego también Albert Adrià. Incluso hicimos una cena homenaje con su fundación en Copenhague. Son personas generosas, auténticos referentes para mí".

Para Rasmus, España es junto a Japón uno de sus destinos favoritos a la hora de viajar. Vino por primera vez con 17 años, y dice quedar fascinado por cómo la gastronomía forma parte del día a día en la sociedad, "La diversidad es increíble. En Dinamarca la comida fuera de la alta cocina no es tan esencial, pero en España sí. Es casi una religión.

Sus restaurantes preferidos

Preguntado por sus restaurantes favoritos, Rasmus demuestra cierta tendencia hacia la gastronomía vasca, como pueden ser el restaurante Etxebarri o el Azurmendi, así como la catalana, donde señala a Enigma o Gresca como sus favoritos.

Tampoco ha dejado pasar de lado el producto que más le fascinó. "El ejemplo que siempre pongo y que me enamoró como nunca es la primera vez que probé el jamón ibérico y conocí la tradición de las tapas. Me encanta. Ir con una buena botella de vino y disfrutar de las tapas es lo mejor que hay".

Ahora, en algunos de sus platos se puede ver como utiliza este producto tan nuestro, donde señala que da "un punto umami excepcional" al mezclarlo con melón cantalupo y fresas. "Es un producto increíble".

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C. G. CANO