Zumo de bote, embutido reseco y pan de tercera: por qué los hoteles buenos dan desayunos tan malos
Aunque abundan los grandes bufés "sin alma" y con producto recalentado, algunos hoteles españoles ofrecen desayunos increíbles

Queso, jamón y tomate en un 'buffet' de desayuno de hotel. / Benito Juncal

Madrid
Hay personas para las que el desayuno es un mero trámite. Para otras, en cambio, se trata de una comida tan importante como el resto y cuando les toca dormir fuera de casa —por trabajo o porque están de vacaciones— esperan empezar el día con un mínimo de calidad. El problema es que, para muchos hoteles, el desayuno también parece ser un trámite con el que se limitan a ganar (o no perder) dinero.
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"Yo, a un hotel, lo que le exijo es la trilogía del desayuno continental: café, cruasán y zumo de naranja. Pero si el café es malo, el cruasán no es de mantequilla y el zumo es de bote, arrancamos mal", detalla el crítico gastronómico José Carlos Capel, conocido en Instagram por su afición a compartir imágenes de sus desayunos.
"Lo malo es cuando se cobra y no se ofrece nada a cambio", añade resignado el también presidente de Madrid Fusión. Pero, ¿por qué los hoteles cuidan tan poco el desayuno? "El motivo principal es económico, pero también influye la sensibilidad del empresario porque algunos hoteles de lujo sirven mal café y mala bollería".
"Gomosa, reseca y fibrosa como un estropajo"
Capel, de hecho, ha dedicado una de sus últimas publicaciones al desayuno del Parador de Lleida (19 euros): "Embutidos y jamón malos y resecos, y la bollería, salvo alguna pieza suelta, absolutamente mediocre, de tercera división. ¿Quién me mandaría a mí solicitar una tortilla de patatas? Gomosa, reseca y fibrosa como un estropajo, sin sabor. Recalentada de la víspera o de varios días atrás. La he devuelto. De nada me ha servido. La tortilla francesa bien presentada que me ha llegado después contenía unas sospechosas cosas negras que no me han gustado. La he vuelto a dejar".
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Pero la feroz descripción del presidente de Madrid Fusión también ha incluido el café: "¿Café…? Más bien tinta china negra, quemado y amargo, imbebible. Desastre total".
Capel ha extendido su crítica a toda la cadena de Paradores, calificando su oferta gastronómica de "emergencia nacional" y apelando a la Secretaría de Estado de Turismo para enderezar una "gravísima situación" que afecta a la imagen de España.
España vs. el resto del mundo
¿Pasa lo mismo en otros países? Capel cree que sí ("a veces rozan el desastre") y cita como ejemplo el lujoso hotel Le Meurice de París (desayuno continental, 59 euros), donde brilla la bollería del "gran pastelero Cedric Jolet", pero en el que tienen el resto "abandonado".

La periodista Verónica Zumalacárregui (Vero Zuma), presentadora del programa Me voy a comer el mundo (Canal Cocina), señala los hoteles españoles son mejores —por lo general— que los del resto de Europa... con la excepción de los desayunos, que son "parecidos". Pero sí destaca que, mientras que en España damos por hecho que habrá fruta fresca, en muchos sitios solo sirven fruta en almíbar: "¡Lo detesto!".
Adrienne Chaballe, exconcursante de MasterChef y presentadora del programa De tapas por España (La 2), destaca precisamente eso: "Aquí se nota la cultura del producto: un buen aceite de oliva, tomate natural, fruta fresca… Eso, fuera de España, no siempre existe". Por eso, en su opinión, el nivel de los desayunos de hotel en España, comparado con el de otros países europeos, es "bastante bueno".
Lo peor del desayuno de hotel
"A veces los hoteles pecan de cantidad en lugar de calidad. Hay de todo, pero falta alma", dice Chaballe, que es belga pero lleva más de 20 años en Sevilla. "Detesto esos buffets interminables en los que todo sabe igual. Prefiero mil veces un desayuno más escaso, pero con productazo: buen pan, fruta sabrosa, un café decente y algo local que te hable del lugar, porque yo disfruto muchísimo de un desayuno autóctono. Es mi forma de empezar a descubrir la ciudad".
La calidad del desayuno, además, no siempre depende de la categoría del hotel. "He estado en hoteles de 3 estrellas con todo procesado e industrial... y en otros de la misma categoría en los que todo está pensado para que el huésped disfrute", explica Vero Zuma.
Algo en lo que también incide José Carlos Capel porque, más allá del presupuesto, a menudo observa "indolencia, desinterés y falta de cuidado en detalles". Algo que se suele traducir en "tortillas recalentadas, embutidos resecos o pan de baja calidad".
Pero, más allá del caso de Paradores, el crítico cita otros ejemplos negativos —todos con 5 estrellas— que ha ido publicando "para vergüenza de los afectados", como el Iberostar Heritage Grand Mencey (Tenerife), el Hotel Cigarral El Bosque (Toledo) o el Eurostars Hotel de la Reconquista (Oviedo), que considera "una vergüenza casi nacional" porque se quejan "hasta los premiados [del Princesa de Asturias]".
Algunos ejemplos increíbles
Pese a todo, José Carlos Capel considera que, aunque "hay muchos desayunos malos, cada vez hay más desayunos buenos". Algunos en hoteles de gran categoría, como el Puente Romano de Marbella, el Gran Hyatt de Barcelona, La Residencia (Mallorca) o El Huerto del Cura (Elche), y otros en pequeños hoteles boutique, como Pico Velasco (Cantabria), Finca Cortesín (Málaga), Eunice Hotel Gastronómico (Salamanca), Casa Cacao (Girona), Lera (Zamora), Palacio de Atocha (Madrid), o Balarés, en la Costa da Morte, donde aún se aucerda de las filloas y las tortillas que la dueña prepara cada mañana.
Al preguntarle por un desayuno especial, Vero Zuma propone el de Retiro da Costiña (Santa Comba, A Coruña): "Fue mi mejor desayuno de 2024. Un desayuno de 7 pases, como si fuera un menú, y encima rodeado de verde. ¡Un paraíso! Recuerdo un salmón ahumado maravilloso, espumoso, fruta, zumo recién exprimido... y encima puedes desayunar a cualquier hora del día. ¡Una maravilla!".
Adrienne Chaballe también cree que "cada vez hay más hoteles que entienden que un buen desayuno tiene que tener identidad local, sin complicarse demasiado". Se le ocurren varios ejemplos, de hecho: "En Andalucía, desayunos con mollete caliente, aceite de oliva virgen extra y jamón ibérico recién cortado, ¡pura felicidad! En San Sebastián, una tortilla de patatas recién hecha con pan crujiente. Y en Santiago de Compostela, algo sencillo pero inolvidable: pan gallego, mantequilla casera, queso de la zona y mermelada de higos hecha por la dueña. El lujo verdadero, para mí, es desayunar sabiendo dónde estás".
¿El desayuno más completo de España?
Otro de los desayunos más aplaudidos de España es el del hotel Royal Hideaway Corales Resort (Tenerife). Víctor Caride, su director de Alimentos y Bebidas, presume de haber conseguido el segundo premio en el Concurso de Desayunos de Hotel de Madrid Fusión y recuerda que varios críticos gastronómicos lo han destacado como uno de los mejores, sobre todo por ser un desayuno "muy completo".
"Tenemos un cortador de jamón ibérico en vivo, panes de obradores locales, repostería casera, frutas y verduras de la Finca La Calabacera, un rincón de ibéricos con una selección de los mejores embutidos del país y también una sección de desayunos del mundo: México, Reino Unido, Bélgica... ¡Es muy completo! Pero, más allá del producto, también ofrecemos un trato muy personalizado".

La bollería del desayuno, en el hotel Royal Hideaway Corales Resort. / RocioEslava

La bollería del desayuno, en el hotel Royal Hideaway Corales Resort. / RocioEslava
Al preguntarle por el nivel general de los desayunos de hotel, Caride reconoce que, durante mucho tiempo, han primado la estandarización, los cafés de máquina, los productos recalentados y la falta de identidad, pero, en su opinión, el sector está experimentando una clara evolución, tal y como demuestra el hecho de cada vez más hoteles tengan restaurantes distinguidos con estrella Michelin.
"El desayuno representa un porcentaje pequeño del precio total y puede verse como una oportunidad para aumentar el margen de beneficio, pero nosotros lo vemos como una inversión en reputación que nos sirve para afianzar nuestra apuesta por la gastronomía", explica. "Además, cada vez hay más personas con necesidades especiales y, si logras sorprender en ese instante, te ganas su confianza y, cuando el cliente confía, vuelve y te recomienda".

Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...




