Qué ver, comer y beber en Jerez: seis imprescindibles de la nueva Capital Española de la Gastronomía

Jerez de la Frontera

Jerez presumirá en 2026 de ser la Capital Española de la Gastronomía. Mundialmente conocida por sus vinos, la ciudad quiere serlo también como destino gastronómico de primer orden. Ubicada en un enclave privilegiado, Jerez tiene muy a mano los mejores pescados y mariscos, una impagable huerta de temporada, los quesos, los aceites y la miel de la Sierra de Grazalema; la carne de vacuno de La Janda; el ingente legado de la repostería conventual y, por supuesto, sus increíbles catedrales del vino, que albergan tesoros enológicos de gran valor.

Con toda esta materia prima, la ciudad se ha preocupado en los últimos lustros de ponerla en valor a través de una restauración cada vez más cuidada, profesional, exquisita y variada que, por ahora, se traduce en tres estrellas Michelin y varios soles Repsol.

Pero hay establecimientos para todos los gustos y bolsillos. Ahí va una pequeña selección de lugares para comer, beber y amar Jerez. Un aperitivo que no está mal como primera aproximación a la nueva Capital Española de la Gastronomía, pero que cada visitante debería ir ampliando.

1. The Sherry Gallery

Estando en una de las capitales mundiales del vino, recomendamos comenzar la ruta en un palacete del siglo XIX que alberga el Museo del Vino, una asignatura pendiente desde hace décadas que acaba de abrir sus puertas en el centro cultural Palacio de San Dionisio. The Sherry Gallery combina tradición y tecnología para explicar la complejidad y la historia del vino de Jerez a través de un recorrido pormenorizado por las viñas, los pagos, las etiquetas, botellas históricas y hasta los aromas.

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2. Bodega Faustino González

Seguiremos con una lección práctica en una de las bodegas familiares que quedan en Jerez. En pleno barrio de San Miguel nos adentraremos en el misterio de la bodega Faustino González. Un casco pequeñito pero lleno de encanto en el que Jaime González nos dará de probar de la misma bota los exclusivos caldos de la casa y que degustaremos en un patio encantador rodeado de andanas y de historia.

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3. Tasca San Pablo

De ahí nos iremos a la Tasca San Pablo, una de las tabernas que se mantienen inalterables al paso del tiempo y a las que aquí se les llama tabancos. Tapas frías y calientes sin pretensiones que se sirven acompañadas de vino de la tierra servido directamente desde la bota en un ambiente acogedor y castizo.

4. Venta El Albero

Por un momento saldremos del centro de la ciudad para visitar una de las muchas ventas que salpican el rico entorno rural. En la barriada de La Corta, junto al río Guadalete a su paso por el monasterio de La Cartuja, se encuentra la Venta El Albero. Allí, la cocina casera alcanza su máximo nivel y se plasma en platos imprescindibles como la berza jerezana, el menudo o la cola de toro, sin olvidar la rica variedad de la huerta de temporada de Juan Pedro que rehogan en la cocina con aceite y ajo y la acompañan de un par de huevos de polluela.

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5. La Carboná

Si por el contrario se opta por un almuerzo más formal a mesa y mantel, los restaurantes jerezanos son incontables, pero para no perder el relato del vino de Jerez les recomendaremos La Carboná, capitaneado por Javier Muñoz “El Chef del Sherry”, con una cocina de muchos quilates servida en un viejo bodegón debidamente acondicionado.

6. Albariza en las venas

Y ahora que se lleva tanto lo del tardeo, les invitamos a que prueban la experiencia de un espacio desenfadado y muy interesante en el que los vinos del mundo, y por supuesto los de Jerez, son protagonistas. Albariza en las Venas es el proyecto de dos jóvenes divulgadores de vinos que apostaron el pasado año por su propia vinoteca. Espacio alejado de los códigos más tradicionales donde sirven cualquier vino por copas y lo acompañan de un tapeo informal.