La ciudad de Sangüesa, que conmemora este año el 900 aniversario del fuero de su fundación, ha acogido este año la segunda edición en Navarra del foro La España Despoblada. El encuentro ha tratado de trazar un análisis de la situación de este fenómeno en la comunidad, pero especialmente plantear las soluciones e iniciativas innovadoras que se han realizado para frenar la despoblación. La comarca de Sangüesa, en el extremo este de Navarra, se encuentra en el área conocida como Prepirineo, donde el paisaje comienza a elevarse hacia el norte. Esta geografía y su dependencia de la ganadería marcó su desarrollo durante el siglo XX, siendo la zona de Navarra que más población perdió entonces. Actualmente, es una zona con una importante presencia industrial, pero no ha logrado retener población. Unida por autovía con Pamplona, muchas personas que trabajan en las empresas de la zona viven y hacen su vida diaria en Pamplona, el único núcleo que sigue ganando población. Hoy más de la mitad de quienes viven en la comunidad lo hacen en su capital y entorno. Joaquim Torrents ha moderado el encuentro y ha dado la palabra en primer lugar a Javier Hoyos, director territorial de Prisaradio en Navarra y La Rioja, que ha hecho hincapié del compromiso de la SER en la lucha contra la despoblación. La alcaldesa de Sangüesa, Lucía Echegoyen, ha señalado que en torno a este fenómeno hay «mucha problemática común» pero que hay que fijarse «en los problemas concretos de cada zona» para poder aportar soluciones funcionales y ha destacado la importancia del lenguaje cuando se aborda este reto. El consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, ha detallado los proyectos que se han puesto en marcha para combatir la despoblación y reconoce que, aunque se ha conseguido comenzar a revertir el problema, «queda mucho camino por recorrer para revitalizar nuestros pueblos». La primera mesa redonda ha tenido como título Tan cerca, tan lejos. El director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mari Rodríguez, ha comenzado poniendo sobre la mesa uno de los grandes retos: «Dotar a la zona rural de infraestructuras necesarias», principalmente carreteras y conexión a internet, porque considera que «sin eso ninguna empresa y ningún ciudadano se va a acercar a un medio rural». En esa línea, Ángel García-Muñoz Rodrigo, CEO-PDG de Ática Redex, anima a aprovechar el impulso de la pandemia al teletrabajo, un gran aliado para las zonas rurales siempre y cuando cuenten con buenas conexiones. Su historia es la de un «emprendedor tardío» de más de 50 años que apostó por un pueblo como Olite y que hoy cuenta también con oficinas en Lyon (Francia) y Hangzhou (China). Insiste en «la importancia de quitar complejos» en torno al mundo rural y la necesidad de lanzar un mensaje en positivo: «Se puede emprender aquí, se puede competir y se vive mucho mejor». La directora de Recursos Humanos de Viscofán, Belén Aldaz, ha destacado que la empresa cuenta con 5.000 empleados y el 54% de ellos reside en la zona. Cree que, en algunos casos, haya habido tres generaciones trabajando en la compañía supone que es un proyecto arraigado, pero recalca la importancia de que haya centros educativos en la zona y, en especial, de centros de formación profesional con los que se pudiera hacer formaciones duales en la industria y captar a los jóvenes a la zona desde el comienzo. Viscofán tiene problemas para encontrar trabajadores en ciertas áreas de mantenimiento y para contratar a mujeres, aunque gracias al esfuerzo de la empresa, han conseguido incrementar el número de empleadas un 10%. Pero lo que realmente lamenta es la dificultad para captar a personal de la zona, que representan «una parte pequeña de todas las contrataciones». El sociólogo Txerra García de Eulate ha recordado que la zona de Sangüesa «es una de las que menos tasa de paro tiene de todo Navarra» pero que hay otro problema: la escasez de vivienda. Algo en lo que coinciden el resto de intervinientes. Comunidad Muga es un proyecto social que va por delante de la construcción de la mina de potasa de Sangüesa que la empresa Geoalcali va a llevar a cabo. Manolo Rodríguez, decano del Colegio de Sociología y Politología ha calificado de «una experiencia muy innovadora» aludiendo a que se está “Aprovechando la sinergia que genere una empresa que tiene una previsión de inversión muy importante y que ha tomado esta idea de crear una comunidad”. Es un proyecto tan innovador que no tiene referencias pero la directora de Asuntos Públicos de Geoalcali, Susana Bieberach, cree que es «perfectamente replicable» pero sobre todo realza “la importancia de las alianzas público-privadas, en este caso de Geoalcali, El Gobierno de Navarra y las comunidades de Navarra y Aragón para trabajar por el desarrollo sostenible” en un territorio ante un reto demográfico. Joaquín Alcalde, gerente de la cooperativa El Hueco, de Soria, y Miguel Martínez Tomey, consultor en Asuntos Públicos han reflexionado sobre si una fiscalidad diferenciada sería una buena herramienta para atraer población. Ambos coinciden en que sí pero que es algo que no se puede hacer de cualquier forma: primero, hay que tener en cuenta las especificaciones de cada territorio. Luego sentarse a ver cuáles son los objetivos desde las dos perspectivas, la de la administración y la del ciudadano. Y quizá también, tener en cuenta que una empresa grande a lo mejor no puede tener los mismos beneficios que una pequeña, como apuntaba Joaquín Alcalde, que apuesta porque las deducciones no se queden solo en las empresas sino también en las personas que vivan en zonas rurales. El Hueco es un espacio de coworking de Soria que fomenta el emprendimiento social como arma para combatir la despoblación. Durante este tiempo han recibido más de 500 solicitudes de ciudadanos extracomunitarios que quiere ir a vivir a pueblos, lo que deja patente el interés que sigue habiendo por estas zonas rurales. Patxi Monreal, agente de Feníe Energía, ha contado su experiencia desde que decidió emprender. Reconoce que al principio no fue fácil pero ya casi lo ha olvidado porque ya ha llevado a cabo multitud de proyectos de autoconsumo. Nota que los ayuntamientos —especialmente los pequeños— son los primeros en llevar a cabo este tipo de instalaciones para dar ejemplo a sus vecinos y, como otros participantes en el encuentro, ha lamentado que los jóvenes no opten por determinados oficios y que haya esa escasez de mano de obra en la zona. El turismo es un aliado para combatir la despoblación y sobre ello han reflexionado cuatro expertos durante el encuentro. José María Agramonte, presidente de la Comunidad de Bardenas Reales destaca las maravillas del Parque Natural y cómo la protección de un entorno así a veces choca con las decisiones de las administraciones. Ivan López-Barco Bodegas Caudalia, en Lerga, cree también que falta apoyo de las instituciones para fomentar el turismo y defiende la capacidad turística de la zona «cerca del Pirineo, de Francia y del Moncayo». Por eso pide que no le pongan «zancadillas» y recuerda que la comunidad recibe más visitas de turistas extranjeros que nacionales. Ramón Navarro regenta el Hotel Beragu, en Gallipienzo Viejo. Un pueblo pequeño al que llegó por casualidad: «Era un sitio donde no había absolutamente nada. Una zona con mucho patrimonio histórico pero totalmente dejada». Recuerda que no ha todo el mundo le gusta lo mismo y la importancia de tener bien claro qué producto ofreces y a quién va dirigido: «Cuando tienes un negocio turístico no se puede abrir la puerta a todo el mundo». Ramón Navarro indice también en el problema para encontrar casa en las zonas despobladas: «En todos los pueblos con un casco antiguo, va a haber casas protegidas en las que no se puede intervenir y eso está frenando la adquisición de vivienda. En los movimientos migratorios de la ciudad al campo la gente no viene a vivir a un piso. Tiene que cambiar la normativa siempre y cuando no se comprometa la seguridad de las personas». La presidente del gobierno de Navarra, María Chivite, coincide en que «el turismo es un generador de oportunidades laborales, también en ámbitos que sufren la despoblación» y dice haber tomado nota del problema de la vivienda y la necesidad de cambiar las normativas para que sean más flexibles «y que si alguien quiere rehabilitar una vivienda pueda hacerlo». Una encuesta reciente del Instituto Navarro de la Juventud ha constatado que los jóvenes navarros de entornos rurales se sienten satisfechos con la vida en sus pueblos. Chivite señala la necesidad de transporte que reclaman pero recuerda que gracias a las nuevas tecnologías se facilita mucho el depender cada vez menos de las ciudades. Cree que es importante «poner en valor los pueblos y su calidad de vida». En cuanto a la fiscalidad diferenciada de la que se ha hablado en este encuentro, Chivite entiende la fiscalidad «como una apuesta por los servicios públicos» y recuerda que instalar un colegio en una zona rural cuesta más que en una ciudad pero no ve objeción en facilitar la implantación de empresas en las zonas despobladas. En la primera edición del foro de La España Despoblada en San Martín de Unx, conocimos la iniciativa Raíces de la UPNA y en esta segunda edición hemos escuchado el testimonio directo de ese programa, equivalente a un erasmus del ámbito rural. Laura Virué, directora de Posicionamiento de la Fundación Universidad – Sociedad de la UPNA, explicaba con número cómo la demanda y la oferta no para de crecer: «El año pasado hubo 14 prácticas ofertadas y se llevaron a fin 9 y este año contamos ya con 28 y hay más de 150 inscripciones en cada oferta». Cuenta como muchos jóvenes han redescubierto su tierra a través de este programa y cómo, el trabajar de primera mano en estas zonas, les hace conocedores de sus necesidades. Por último, el presentador del encuentro, Joaquim Torrents, y el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mari Rodríguez, han resumido algunas de las principales conclusiones de esta cita. Desde el necesario apoyo de las instituciones hasta legislar teniendo en cuenta el territorio. Despiden el encuentro con buen sabor de boca porque perciben que «hay ganas de cambiar la situación». Esta segunda edición de La España despoblada en Navarra ha sido posible con el patrocinio del Gobierno de Navarra/Nafarroako Gobernua y el impulso de Feníe Energía.