Información y publicidad
Hemos de traducir, como lo hacemos con la publicidad. Y así como sabemos que una fragancia no nos hace irresistibles ante las mujeres, debemos tener presente que el Constitucional no va a resolverle la papeleta a la política en el problema de Cataluña

Madrid
Cuando la publicidad política se mezcla con la información puede inducirnos a engaño. Dos ejemplos:
El Constitucional anuló ayer la declaración independentista del Parlamento catalán, y la publicidad política saludó la noticia como si se hubiera dado ya carpetazo al soberanismo.

Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER

Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
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También, en el tema del paro. El número de parados ha pasado en esta legislatura de 4.400.000 a 4.100.000, y la publicidad política hizo voltear las campanas. Pero no nos engañemos. Cuatro millones de parados es seguir en el fracaso. Una cornada de 23 centímetros no es sustancialmente diferente de una de 25.
Hemos de traducir, como lo hacemos con la publicidad. Y así como sabemos que una fragancia no nos hace irresistibles ante las mujeres, ni una crema convierte en tersa una piel sesentona, debemos tener presente que el Constitucional no va a resolverle la papeleta a la política en el problema de Cataluña ni que la actual política de austeridad va a resolver el problema del paro.
Son asuntos que siguen ni resueltos ni encauzados. Pasan vivitos y coleando a la próxima legislatura.




