SER HistoriaSER Historia
Historia

Proyecto Dos Cero Nueve

La TT (tumba tebana) 209 se encuentra en Nag’ er-Rasayla, una zona conocida con el nombre moderno de Asasif Sur, en el wadi Hatasun, un cauce que va desde el Valle de los Colores al Rameseum, el templo funerario de Ramsés II, en la orilla occidental de Luxor. Es una tumba de tamaño medio, grande respecto a las del Reino Nuevo pero pequeña en comparación a las enormes construcciones del Periodo Tardío

Yacimiento

Madrid

Se trata de una de las tumbas tebanas tardías menos conocidas. Desde su inclusión en el catálogo de A. Gardiner y A. Weigall, en 1913, se le había atribuido una cronología saita (ss. VII-VI a.e.), aunque sin dar argumentos. En cuanto a su propietario, se le habían dado varios nombres. Primero el de Hatashemro y, desde la década de 1950, el de Seremhatrekhyt. Sin embargo, hoy se sabe que este segundo término es un título y se trata, por tanto, de uno de los cargos que desempeñaba quien encargó la construcción del complejo funerario, pero no su nombre. La estructura interior era conocida por el estudio realizado por D. Eigner en la década de 1970. Sin embargo, tuvo que trabajar sin poder retirar los depósitos sedimentarios que cubrían las cámaras, por lo que en realidad la planta está hecha a partir del techo, apenas pudo ver el interior y no conocía el exterior.

En la actualidad, este yacimiento es el centro de atención del "Proyecto dos cero nueve" (Misión Arqueológica de la Universidad de La Laguna, AMULL). Se han desarrollado ya cinco campañas arqueológicas desde 2012, una por año.

Las actuaciones se centraron primero en el patio y después en las cámaras subterráneas. En el patio se trataba, en la primera campaña, de despejar la entrada, pues estaba completamente oculta por basura y escombros procedentes de las aldeas cercanas y por arena y clastos aportados por las sucesivas riadas del wadi (fig. 1).

Las tareas de conservación han consolidado la fachada, que estaba debilitada por la presencia de un agujero en su parte superior oeste. Cerrarlo ha supuesto devolver su valor estético a esta parte de la tumba, eliminar un potencial peligro de debilitamiento del muro y fortalecer los apoyos de la bóveda interior, garantizando la seguridad en las cámaras.

La excavación estratigráfica del yacimiento ha puesto de manifiesto un depósito de niveles complejo y de evidente interés histórico. En él se combinan la edificación de la tumba a comienzos del Periodo Tardío, la acción erosiva del wadi –que conserva un registro arqueológico de lluvias de varios milenios–, el uso ritual de la superestructura al menos hasta medio milenio después de su construcción, el desmoronamiento paulatino del edificio en torno a los primeros siglos de nuestra era y, en un momento más reciente, la acción de arqueólogos, saqueadores y los habitantes de las aldeas cercanas.

Un segundo conjunto de informaciones novedosas está constituido por la identificación de estructuras arquitectónicas más amplias y complejas que las conocidas hasta ahora. En el exterior, además de los muros que delimitan el patio por tres de sus lados, se ha identificado una superestructura de adobe y el acceso hacia las cámaras subterráneas formado por una escalera de una anchura monumental con dos rampas laterales. (fig. 2) El eje principal interior se ha terminado de excavar en la última campaña, salvo los pozos funerarios; pero ahora conocemos un eje secundario que sale de la cámara transversal a través de una puerta hasta ahora desconocida; ésta conduce hacia un corredor (excavado en 2015) y a su vez a una cámara cuadrangular (excavada en 2016) en la que hemos encontrado una nueva puerta que se excavará en la próxima campaña (fig. 3).

En torno a las puertas han aparecido varios marcos decorativos con inscripciones y relieves. A través de ellos se han podido identificar el nombre, los cargos y el grupo étnico al que perteneció el propietario (fig. 4). Se llamaba Nisemro o, menos probablemente, Ashemro o Djuemro; la duda se debe a que el primer signo tiene varias lecturas posibles. Su adscripción étnica -era nubio– puede afirmarse por el propio nombre, con paralelismos en la onomástica nubia antigua, así como por el estilo del relieve, cercano a otros de la dinastía de ese origen. Los textos le atribuyen al menos once títulos entre los que se incluye ao HAt, "el que entra primero" o "al frente" e jmy-r xtm, supervisor del sello, un cargo de responsabilidad económica. Se trataba, por tanto, de alguien en la parte más alta de la sociedad. En conclusión, la cronología de la tumba no es saíta, como se creía, sino Dinastía XXV.

Con esta información, las innovaciones arquitectónicas y decorativas que presenta la tumba pueden entenderse como ensayos y adaptaciones de modelos ya existentes a las necesidades de exhibición de bienes de prestigio por parte de las elites conquistadoras nubias. Estas utilizan, para ese fin, una política constructiva novedosa y el ritual funerario. La excavación estaría así aportando una interesante información para comprender el inicio de la integración social y administrativa de esas elites en el territorio egipcio.

El Proyecto dos cero nueve dispone de un sitio web: http://proyectodosceronueve.weebly.com/ y una página de Facebook (Proyecto dos cero nueve - TT 209) en los que se pueden consultar las últimas novedades y noticias sobre la investigación en torno a la tumba de Nisemro.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00