Octogenarias amantes del picante

Madrid

¿Qué les gusta comer a nuestros mayores? ¿Solo platos tradicionales o, si la comida está buena, da igual cuál sea la receta? La carta del restaurante coruñés Bocanegra, que acaba de celebra su segundo aniversario, está plagada de influencias peruanas, mexicanas o del sudeste asiático, con mucho producto gallego, eso sí.

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Su bonito con tomate, por ejemplo, no es un guiso tradicional, sino un plato de pescado casi crudo con una salsa de tomate muy especiada. Y uno de sus platos más emblemáticos es el nem de morcilla y carrillera. Preparaciones que, a priori, deberían gustarle a un público más o menos joven. Pero su chef, Pablo Pizarro, dice que "todo lo contrario".

Buena parte de su clientela supera los 60 años y, de hecho, el cocinero gallego recuerda a la perfección la vez que un trío de octogenarias se sentó en la mesa 1 y, contra todo pronóstico, pidió el plato de cachelos rabiosos, una reinterpretación muy picante de las patatas bravas...