Otra sangría de dinero público

Madrid

Por primera vez van a escuchar al responsable de una empresa pública española admitir en declaraciones a la SER cómo se pagaban mordidas para conseguir contratos. Hablamos del consorcio Mercasa Incatema, empresa participada por esta sociedad pública estatal especializada en promover mercados de abastos fuera de España. Y hablamos de la expansión de esta empresa en Angola. El hombre que pueden escuchar era el director general del consorcio en ese país africano. Se llama Armando Andrade. Y denuncia que el contrato de 285 millones de dólares que la empresa, que contaba con el Estado como socio mayoritario, logró para crear un mercado allí estuvo plagado de irregularidades, comisiones y desvío de fondos.

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¿Y quién hacía todos esos tejemanejes? Andrade señala al comisionista Guilherme Taveira Pinto, que actualmente está en busca y captura por su presunta implicación en el caso Defex, donde se investiga el desvío de 100 millones de euros de otra empresa pública en expansión internacional, ésta dedicada a la venta de armas. Según Andrade, además de dar dinero a los funcionarios, Taveira Pinto desviaba fondos a cuentas en Nueva York. Y en la entrevista que ha concedido a nuestro compañero Pedro Jiménez añade que todo, todo lo que hacían las empresas públicas españolas en Angola, pasaba por el despacho de este comisionista.

Este hombre, insisto, director general del consorcio que Mercasa creó para su expansión en Angola, presentó denuncias que quedaron en nada aunque las hizo llegar tanto a la empresa pública en Madrid como al Ministerio de Comercio angoleño.

Parecía que la administración central del Estado se libraba de casos de corrupción; hemos contado muchos que afectan a Ayuntamientos y comunidades autónomas. Con Mercasa y Defex son dos las empresas estatales envueltas en una clásica sangría de dinero público.