¿El autobús tiene delito?

Madrid

La Fiscalía de Madrid investiga los mensajes contra la transexualidad del autobús del grupo ultra Hazte Oír por si fueran un delito de odio. Y ha pedido al juez inmovilizar el vehículo para prevenir el posible delito, evitar posibles disturbios y para no crear un sentimiento de inseguridad o temor entre los niños por su identidad sexual. Hazte Oír se considera víctima de una persecución más propia de una dictadura que de una democracia.

La justicia dirá si el mensaje del autobús es delito, pero desde luego tiene delito. Porque presenta una realidad sexual como si fuese mero capricho, porque tildan la evidencia de engaño antinatural y porque apuntan directamente a los menores, criminalizando a los transexuales y azuzando sentimientos negativos entre sus compañeros. Y no es la primera vez que lo hacen. Hazte Oír se ha opuesto a cada campaña normalizadora de la homosexualidad, al grito, por ejemplo, de No a un Disney de gays y lesbianas para mis hijos, y hace unos meses repartió 100.000 panfletos en colegios de todo el país con la versión extendida en 44 páginas de lo que el autobús expresa en cinco frases. Así que la pregunta es por qué lo que hoy se ha hecho no se hizo antes.