“Estuve a punto de rendirme y confesar lo que hubieran querido”

Madrid

"Es un día especial por lo que significa, por recordar aquello y por intentar que no se olvide y se haga justicia". Son las palabras de Julio Gomáriz, un madrileño de 68 años que este viernes ha presentado una querella contra el expolicía franquista Juan Antonio González Pacheco Billy el Niño por las torturas sufridas en 1975.

Gomáriz, antiguo miembro del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota), ha contado cómo empezó todo: "A mí me detuvieron en mi puesto de trabajo, en una fábrica de artes gráficas. Se presentaron Billy el Niño y otros tres policías más jovencitos y me acusaron de haber participado en varios atentados".

"Aunque no había tenido nada que ver en aquello de lo que se me acusaba, pasé 72 horas detenido en la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, y allí fue cuando me torturaron", relataba Julio Gomáriz. Y ha añadido: "Los interrogatorios fueron muy duros, me llevé muchísimos golpes e incluso llegué a orinar sangre. Las primeras 12 o 14 horas fueron horribles. Estuve a punto de rendirme y de reconocer todo lo que hubieran querido".

Sin embargo, Juan Antonio González Pacheco no actuaba sólo: "Este señor no era el más importante en estos asuntos, lo que pasa es que se hacía notar, era el que incitaba a los otros, quería ser el malote de la banda". Tras aquellos días, Gomáriz fue trasladado a la cárcel, donde estuvo "unos cuatro meses, que no fueron más porque se murió Franco".

Más de 40 años después, ha decidido dar el paso de denunciar ante la Justicia uno de los episodios más siniestros de la historia reciente de España: "Lo hago, sobre todo, por un motivo de memoria y reparación. Sentía que había sufrido una serie de injusticias y que esto no debía quedar así. Lo más importante es que la gente sepa lo que sucedió y que estas atrocidades no se vuelvan a repetir".