Las mitades obligadas al diálogo

Madrid

Trae su novena el discurso del presidente Quim Torra. A las puertas de un otoño más que caliente en Cataluña, cualquier chispa puede desatar el gran incendio y quizá no esté mal que se refuerce la presencia policial, en evitación de males mayores. Claro que sería conveniente que los mandos a cargo tengan el sentido común del que carecieron el entonces ministro del Interior, el nunca bien ponderado Fernández Díaz y sus colaboradores hace poco menos de un año. Aún pagamos hoy las deudas dejadas en Cataluña por aquel gobierno de incapaces que presidía Mariano Rajoy Brey. Indeleble aquel Primero de octubre, todavía en la retina de millones de espectadores. Entre las muchas reacciones al inflamado y lírico pregón de Torra, quizá habría que destacar al portavoz de Esquerra Joan Tardá. "Si algún independentista estúpido" plantea imponer la independencia, ha dicho, "está equivocado". Y basa su afirmación en algo que tiene todo el sentido: "No hay solución al conflicto sin tener en cuenta al 50% de catalanes que no son independentistas y no hay solución sin tener en cuenta al 50% de catalanes que lo son". Situación empantanada que llama a gritos a un diálogo entre esas dos mitades. Pero hay quien prefiere la bronca y la pelea en el barro. Torra dice lo que dice y PP y Ciudadanos rechazan la vía del diálogo. Más leña.