"Una foto es una posibilidad de tener a una persona de cuerpo presente contigo"

Madrid

Elvira Lindo nos ha confesado que en su vida personal ha descubierto la importancia que tienen las fotos y los objetos, "para mí todo los recuerdos que tienen que ver con mis padres se van haciendo cada vez más importantes" ¿La razón? "Porque cuando las personas viven, lo objetos no tienen valor en el tiempo presente, pero cuando no están son necesarios, como las fotos, para recuperar todo su valor sentimental y tener la sensación de tenerlos cerca". Su caso es una memoria en tiempos de paz ¿Pero se imaginan lo que significaban las pocas fotos que conservaban las víctimas de la guerra civil y del franquismo de sus familiares asesinados, desaparecidos o exiliados? 

La respuesta la ha traído a Radio Lindo Jorge Moreno, autor del libro "El duelo revelado", una investigación editada por el CSIC y que analiza más de 5000 imágenes entre las encontradas en colecciones particulares más las de archivos militares y policiales. "Las fotos generalmente las tenían las mujeres, las viudas, madres y hermanas de las víctimas" nos ha contado Jorge Moreno, "pero no de la misma forma, las viudas intentaban ocultarlas para proteger a sus hijos; las madres y las hermanas las mostraban, aunque fuera en la intimidad de las mesillas de noche o las habitaciones". 

El franquismo no permitió velar a los familiares, mataba y hacía desaparecer los cuerpos. Los familiares tuvieron que hacer su duelo con las fotografías. "Muchas vidas en los años 40 pasaban por los estudios de fotografía para que los fotógrafos les ampliaran y restauraran fotografías de los muertos" apunta Jorge Moreno , "esa gente le ha echado mucho coraje a la vida". 

La investigación parte del pueblo de Abenójar (Ciudad Real) . Dicen que los antropólogos deben elegir un espacio acotado para sus investigaciones  y Jorge Moreno eligió el pueblo familiar, al que fue desterrado su abuelo, capitán de la aviación republicana. Y de ahí ha ido ramificando sus investigaciones a toda España, Francia, México y Argelia. "Los antropólogos tenemos que extrañarnos de la realidad y yo empecé a extrañarme en mi propio pueblo" cuenta Jorge Moreno que recuerda que su pasión por la investigación arranca en la casa de su abuela, "los desvanes estaban llenos de cosas que uno intenta buscarles sentido".