Hernán Cortés y los presagios aztecas
Años antes de que los españoles llegaran a las costas del Golfo de México, a partir de 1517 con Juan de Grijalba, se produjeron una serie de presagios que los pueblos asentados en estas tierras, como los mayas, aztecas, tlatelolcas, tlaxcaltecas, totonacas o chichimecas, interpretaron como funestos augurios para sus respectivas culturas
SER Historia: Los aztecas y Hernán Cortés (14/04/2019)
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Madrid
Los vieron con malos ojos y peores presentimientos, con independencia de que más tarde estuvieran a favor o en contra de Hernán Cortés. Al fin y al cabo, desde una amplia perspectiva fueron presagios acertados, ya que, de una manera u otra, fue el "fin del mundo" de todos estos imperios, en cuanto a su organización y futuro. Lo mismo sucedió en la víspera de la conquista del imperio inca, aunque son menos los testimonios escritos que nos han llegado.
Hay dos puntos de vista o visiones según de qué lado se hayan recogido los datos: el de los conquistadores (los vencedores) y el de los indígenas (los vencidos). En ambos casos, se están relatando sucesos que acaecieron antes de la llegada de los "intrusos blancos y barbados" a estas tierras.
Cuando comienza la conquista, la civilización maya estaba dividida en pequeños estados y naciones que ocupaban la península de Yucatán y se adentraban en lo que hoy es también Guatemala y Honduras. No había un imperio, como en el altiplano de México o en Perú. Viejas crónicas orales vaticinaban que algo malo estaba a punto de suceder. Crónicas que más tarde se pusieron por escrito denominándose los Libros de Chilam Balam. En ellos se ve la conquista española a través de los ojos de los vencidos. Pero los mayas, a diferencia de otros pueblos, nunca creyeron que los recién llegados fueran dioses sino extranjeros (dzules).
En estos textos, al igual que los testimonios aztecas recogidos por el cronista franciscano Bernardino de Sahagún, se mencionan señales en el cielo y prodigios en la tierra y en el agua. En una crónica en náhuatl, la lengua de los mexicas o aztecas, podemos leer: “Apareció como un presagio en el cielo: una como espiga de fuego, una como llama de fuego, una como aurora... Se mostraba como si estuviera punzando en el cielo...
En la Historia General de las cosas de la Nueva España, de fray Bernardino de Sahagún se encuentran ocho presagios y agüeros ocurrido unos diez años antes de que se produjera el primer encuentro con españoles y que fueron interpretados funestamente por los aztecas y no les faltaba razón pues cuando Hernán Cortés llegó a las costas de la isla de Cozumel, el 21 de febrero de 1519, otra etapa comenzó y una nueva concepción y perspectiva del mundo empezó a surgir. Para unos era el principio, para otros el fin…