El largo viaje intergaláctico de Anni B Sweet (hacia sí misma)

Madrid

Anni B Sweet ha estado cuatro años sin dar señales (discográficas) de vida. Un largo tiempo que ha dedicado a viajar, pero no en plan mochilera: ¡se ha dedicado a explorar el espacio! De forma metafórica, eso sí, porque en realidad su viaje ha sido básicamente instrospectivo y le ha servido para componer 12 nuevas canciones —todas en castellano— con las que recorre las fases del duelo. Tanto que, justo después de escuchar Universo por estrenar (Subterfuge, 2019), entran ganas de darle un abrazo. ¿Tan mal lo ha pasado últimamente?

"Ha habido momento buenos y momentos malos", explica en la entrevista concedida a Fuego y Chinchetas (también disponible en formato podcast). "Yo me inspiro más en la tristeza y encuentro más belleza en ese tipo de sentimientos. Cuando estoy contenta simplemente salgo a tomarme algo. Pero he intentado encontrarme conmigo misma y ese proceso de salir de mi zona de confort es el que ha inspirado el nuevo disco. También ha hecho también que todo me revuelva por dentro y necesitase echar lo que he echado. Pero no ha sido de pasarlo mal".

Al hablar de su nuevo trabajo, de hecho, se muestra exultante: "Yo iba al colegio británico y expresaba mis sentimientos en inglés. También escuchaba Triana o Lola y Manuel. Pero aunque escuchaba música en castellano, no la había experimentado. Con el tiempo, todo cambia. Tus amistades también. Y como ya conocía mi zona en inglés, [el cambio] ha sido superestimulante, como abrirse a un nuevo universo".

Anni B Sweet estrena idioma, sonido y también banda: Víctor Cabezuelo, Julia Martín-Maestro, de Rufus T. Firefly. Cambios que, 10 años después de su debut, consolidan su evolución artística, ya muy lejos del folk de aquel A Sarcastic Hello con el que arrancaba su primer disco, Start, Restart, Undo.

Más allá de la influencia del sonido Lori Meyers, muy obvio en la espléndida Buen viaje, la cantante malagueña reivindica que siempre ha escuchado mucha música de los 60 y los 70 —cita a Pink Floyd, los Beatles y Led Zeppelin—y explica que en la última gira ya empezaron a añadir partes instrumentales de alto voltaje psicodélico. "Por fin estoy haciendo la música que me gusta", dice orgullosa.

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Del proceso de grabación del disco destaca la partcipación de Noni (Lori Meyers) y, sobre todo, la "increible conexión" con el productor James Bagshaw (Temples), que ha dotado al trabajo de un aire atmosférico, casi espacial, que coquetea con el dream pop y la psicodelia. Hay una excepción descaradamente terrenal y analógica, algo escondida al final del disco, eso sí: Buen ahora.

En temas como Juramento, además, aparece la Anni B Sweet más alejada de la cantautora casi angelical que un día parecía ser. "Llevo demasiado aguantando tus bromas / porque nadie te ha dicho que no tienen puta gracia [...]. Te has convertido en alguien que quiero olvidar / no estarás solo, tengo muchos nombres más", canta con una risa malvada sonando de fondo.

"¡Yo no he dicho eso!", dice entre risas, para luego presumir de carácter. "Todos tenemos ese lado. Yo me cojo mis enfados un montón de veces. Al final tenía ganas de enseñar mi forma de ser. Y eso forma parte de mi yo. Enfadarme y querer quitarme de en medio a gente que no me hace ningún bien".