Ultraprocesados, Bisfenol A y transgénicos a debate
Con referencia a numerosos temas que nos afectan como consumidores encontramos estudios, noticias o datos que nos dicen una cosa... ¡y la contraria! El problema de ello es que ambas posturas se presentan como la única verdad posible. Es el caso de los tres temas que seleccionamos para enfrentar las posturas de los expertos en el programa del pasado domingo: alimentos procesados y ultraprocesados, bisfenol A y transgénicos ¿Son un peligro o no?
Ultraprocesados, Bisfenol A y transgénicos a debate
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Procesados
Madrid
Olga Martín-Belloso, catedrática de tecnología de los alimentos de la Universidad de Lleida, asegura que los ultraprocesados “consumidos con moderación no tienen por qué hacer daño a nadie”. Por su “alto contenido en sal, azucares o grasa” nadie debería “alimentarse a base de ellos” pero “no es malo comerlos alguna vez”. “La industria alimentaria pone en el mercado productos procesados mucho más saludables de lo que podemos hacer en casa”, sentenció Martín Velloso, que concluyó que “tenemos que inculcar buenos hábitos de alimentación en los que estos alimentos pueden estar”.
Carlos Ríos, dietista nutricionista y autor del libro “Come comida real”, se postuló en contra de este tipo de alimentos: “son malos y hay que evitarlos”. El problema de todo, según Ríos es que “la gente no sabe qué productos son ultraprocesados” y por ello “puede pasar años de su vida comiéndolos sin saberlo”. Entre este tipo de alimentos se encuentran “las bebidas azucaradas, la bollería, las galletas, las pizzas…”.
Bisfenol A
Nicolás Olea, catedrático de la facultad de medicina de Granada, es tajante respecto al bisfenol A: “es un producto que hay que restringir, no hay duda”. “El problema es que uno no se expone solo a bisfenol A sino a un ‘cóctel’ de sustancias como parabenos y otro tipo de bisfenoles”, manifestó preocupado Olea. Los daños que ocasiona a la salud varían según la edad. En niños provoca “problemas en el desarrollo neurológico y en el comportamiento”; en adolescentes, entre otros, “obesidad”; y en adultos “diabetes, infertilidad o cáncer hormonodependiente”.
Deborah García, química y divulgadora, le resta importancia ya que según su criterio “se está creando una alarma innecesaria”. “El bisfenol A se usa para fabricar plásticos”, explica Deborah, pero “el plástico se conforma con muchos compuestos que es imposible químicamente extraer”. Tratando de tranquilizar, pese a recordarle que el Trribunal de Justicia Europeo los ha declarado recientemente “tóxicos”, aseguró que “si existiera un peligro real estos productos se retirarían del mercado”.
Transgénicos
Luís Ferreirim, responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace, se postula tajantemente en contra de los transgénicos: “son una amenaza para el medio ambiente”. Greenpeace lamenta que “España sea el único país de la UE que permite su cultivo a gran escala”. Los transgénicos, en palabras de Ferreirim, “tienen un modelo de explotación insostenible, contaminan los cultivos cercanos, se rocían con herbicidas más potentes o alimentan al ganado extensivo que fomenta la industria cárnica”. El miembro de la organización ecologista no tuvo problema para sentenciar que “los prohibiríamos sin duda”.
Por su parte José Miguel Mulet, doctor en Bioquímica y Biología molecular por la Universidad de Valencia, colaborador de Swer Consumidor, confronta radicalmente con la posición de los ecologistas: “sería divertido ver lo que han dicho las organizaciones ecologistas desde que empezamos hasta ahora y comprobar que no se ha cumplido nada”. Según Mulet “el debate no importa, si los transgénicos existen es porque los agricultores los compran, pero también los consumidores” ya que “es una tecnología que nos hace la vida más fácil”.