¿Qué profanación?

Madrid

Se atreve a utilizar la derecha, tanto como la extrema derecha, prácticamente indistinguibles una de otra, la palabra profanación para referirse a trasladar los restos de Franco al panteón que posee la familia en el cementerio madrileño de El Pardo, donde ya está enterrada quien fuera su esposa, Carmen Polo. Pero no son solo los políticos tipo Casado o Abascal, tan aguerridos, quienes emplean el término. Es la prensa de la caverna, y aún más aquella centenaria que tan cómoda vivió a los pechos del general, ensalzando hasta la náusea su férrea dictadura, quienes siguen calificando como profanación, difícil arrancarles de la infamia, lo que no es sino el cumplimiento de una sentencia del Supremo que refrenda un acuerdo del Congreso.

Vayamos al Diccionario de la Academia y busquemos profanación. Primera acepción: Tratar algo sagrado sin el debido respeto, o aplicarlo a usos profanos. Segunda: Deslucir, desdorar, deshonrar, prostituir, hacer uso indigno de cosas respetables. ¿A qué término se acogen los políticos retrógrados y los periodistas de la fiel infantería? ¿Acaso consideran sagrado o respetable a Franco?