El misterio de la confianza perdida
¿Debía el coronel De los Cobos ir poniendo al día a la dirección de la Guardia Civil y a las autoridades el Ministerio sobre la marcha de los trabajos, aún reservándose el contenido, o tampoco?
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Madrid
El coronel Pérez de los Cobos no podía en modo alguno filtrar, ni a la dirección de la Guardia Civil ni al ministro de Interior ni a nadie, el contenido de la investigación sobre la concentración del 8 de marzo elaborado requerimiento de la juez Carmen Rodríguez Medel. Si la dirección de la Guardia Civil o el ministro le hubieran presionado para que lo hiciera estaría cometiendo una irregularidad muy grave, seguramente delictiva, pero ¿debía el coronel De los Cobos ir poniendo al día a la dirección de la Guardia Civil y a las autoridades el Ministerio sobre la marcha de los trabajos, aún reservándose el contenido o tampoco? Porque este es el estrechísimo pasillo de sutilezas florentinas en el que nos encontramos tras la nota reservada revelada ayer por El Confidencial, en la cual se explica el verdadero motivo del cese del coronel de la Guardia Civil. Literalmente dice "por no informar del desarrollo de dichas investigaciones en el marco operativo de Policía Judicial" y ahí les dejo con las interpretaciones.
El misterio de la confianza perdida
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¿Qué es exactamente "informar del desarrollo"?, ¿de qué aspectos del trabajo había de informarse que no tuvieron relación con el contenido? La posición de Marlaska es delicada porque en todas sus comparecencias habló del cese de De los Cobos por simples razones de reestructuración interna.
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La oposición le acusa de mentir. Él cree que la fórmula era un simple eufemismo, una forma administrativa de referirse a la falta de confianza. Estas sutilezas no nos pueden distraer del fondo del problema, porque haya informando poco, mucho, o nada, este episodio hubiera tenido escaso recorrido si no hubieran pasado dos cosas; una, que el informe era muy negativo para con la actuación del Gobierno, concretamente del delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por autorizar la concentración del 8 de marzo; y dos, que en sus ochenta y tres páginas, dicho informe encerraba tal cantidad de inexactitudes que hacía dudar de su imparcialidad, por eso este episodio me parece menos importante por lo que ha provocado que por lo que ha puesto al descubierto, algo que ya estaba, que seguramente sigue estando y cuyo alcance ignoramos pero que ya vemos que algunos, con nulo sentido de Estado y gran imprudencia, quieren elevar al máximo nivel institucional presentándolo nada menos que como un enfrentamiento del Gobierno de España con la Guardia Civil. Ya ven que nos estamos saltando todos los límites.