Así no se puede seguir
¿Cómo es posible que tantos adultos juntos, personalidades de alta responsabilidad, puedan perder de vista las prioridades en un momento como éste?
Madrid
¿Cómo se sentirían los pasajeros de un avión si en medio de una fortísima tormenta vieran al comandante y a los copilotos librando una pelea a puñetazo limpio y oyeran por megafonía que en la torre de control los controladores estaban enfrascados en una bronca formidable? Pues me temo que así se sienten los ciudadanos de este país.
Así no se puede seguir
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La tregua entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid no ha durado ni 24 horas. Vista la imposible coordinación, el portavoz médico recién nombrado dimitió antes de dos días. Ayuso desoye las recomendaciones científicas y enrevesa aún más el laberinto normativo de las restricciones. Es un caos, a prueba de soldados y de policías, que confunde a los madrileños, pero no al virus, que se pasea a sus anchas. Se avecina un choque de trenes institucional.
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Ya lo hay, y bien gordo, entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, con el jefe del Estado por medio a cuenta de la ausencia del rey en la entrega de despachos a los nuevos jueces de Cataluña. Desde mi punto de vista, es un rosario de errores: mal la decisión de excluirle del acto, mal la alusión pública de Lesmes a esa ausencia, mal la llamada del rey a Lesmes para agradecerle la alusión. Mal la salida a la palestra del ministro Garzón para criticar al rey. La polarización se agudiza y eleva el vuelo. Ya está alcanzando la Jefatura del Estado. Añadamos el alboroto por el tema indultos y reforma penal, más la probable inhabilitación de Torra y su posible respuesta en la línea que él califica de confrontación inteligente.
¿Cómo es posible que tantos adultos juntos, personalidades de alta responsabilidad, puedan perder de vista las prioridades en un momento como éste? ¿Se les ha olvidado acaso la gravísima emergencia sanitaria y económica en la que nos encontramos? ¿Son conscientes de que la ciudadanía está desconcertada y asustada y que no es ni siquiera decente ofrecerle este espectáculo de desunión?
El desbarajuste es de tal calibre que, más allá de las razones de unos y de otros, se impone como prioridad la recuperación del buen juicio. Tenemos que apagar y resetearnos mentalmente. Así no se puede seguir.