Ibram X. Kendi: "Capitalismo y racismo surgieron en el mismo momento y lugar"
Conversamos con una de las principales voces de la lucha antirracista en Estados Unidos, ganador del National Book Award, sobre el origen y la historia de las conductas discriminatorias que repasa en su libro 'Marcados al nacer' (Debate)
Ibram X. Kendi: "Capitalismo y racismo surgieron en el mismo momento y lugar"
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Madrid
En Estados Unidos una persona negra tiene 21 veces más probabilidades de ser asesinada a manos de la policía estadounidense que una blanca y 5 veces más de acabar encarcelada. La población afroamericana representa el 13% de la población estadounidense, pero solo tiene el 2,7% de la riqueza del país. Detrás del racismo encontramos una brecha económica, educativa y laboral y unas estructuras de poder y dinero muy asentadas. Una de las primeras medidas que tomó el presidente Biden al asumir la presidencia el pasado noviembre fue, precisamente, firmar una serie de decretos para combatir el denominado racismo sistémico y garantizar una mayor equidad racial en el país norteamericano.
La tesis de la que parte Ibram X. Kendi en su libro ‘Marcados al nacer. La historia definitiva de las ideas racistas en Estados Unidos’ (Debate) es muy sencilla: no es lo mismo no ser racista que ser antirracista. “Tenemos sociedades con desigualdad racial en las que, a la gente de piel oscura, normalmente, se las encarcela con mayor frecuencia. O son más pobres. O países en los que las personas de descendencia africana tienen peor suerte. Por lo tanto, no hacer nada es permitir que esa situación persista. Ser antirracista es desafiar esa situación de inequidad racial”, explica el profesor.
Eldridge Cleaver, uno de los discípulos del histórico Malcolm X y responsable de información de los Panteras Negras, explicaba en 1968 que “si la policía son los guardias armados del orden social y los negros son las principales víctimas del orden social en el país, es obvio que hay un conflicto de intereses entre los negros y la policía”. Hace apenas un mes, el jurado popular declaró culpable al expolicía Derek Chauvin por el asesinato de George Floyd, que desembocó el pasado verano en el Black Lives Matter, la mayor ola de protestas contra el racismo en el último medio siglo. “Me parece que, en Estados Unidos, y supongo que es así en el resto del mundo, hay una creciente consciencia del racismo. Quizás nunca la hubo tan grande. Pero el cuello de botella es que hay gente que ve el racismo sistémico como un problema pero que no está dispuesta a avalar las soluciones necesarias para eliminar el problema y permitir que la humanidad pase página”.
<p>"No hay otra evidencia que sugiera que hubiera podido morir esa noche, a excepción de las interacciones con los agentes policiales"</p>
Kendi sostiene que la relación entre capitalismo y racismo es evidente e intenta desmontar el tópico de que el racismo es producto del odio y la ignorancia. Sus postulados parten de todo lo contrario. Cuenta que la historia de las ideas racistas es la historia de unos líderes poderosos que imponen políticas racistas por egoísmo y que luego crean ideas racistas para defender los efectos injustos de sus políticas. “Durante demasiado tiempo hemos tenido un debate ideológico tanto del racismo como del capitalismo y sobre si se alimentan entre sí. Creo que deberíamos tener un debate histórico y empírico (…) Cuando nos fijamos en la historia del capitalismo y del racismo vemos que surgió en el mismo lugar y en el mismo momento. Cuando te fijas en las instituciones originales que permitieron la acumulación de riqueza estás hablando del comercio de esclavos transatlántico, del colonialismo y también de la esclavitud”.
Para Kendi la fusión entre racismo y neoliberalismo justifica el retroceso de la esfera pública y el avance del libre mercado, la desregulación y la reducción de impuestos a los más ricos. Durante su primera campaña para el cargo de gobernador de California en 1966, Reagan prometió volver a poner a trabajar a los holgazanes de las paguitas, refiriéndose a la población afroamericana. Invocando el problema ficticio de las ayudas públicas obtuvo el apoyo para recortar los programas sociales tan rápido como lo permitió el Congreso y lo justificó la economía. Recortó los programas sociales para las familias de ingresos medios y bajos mientras incrementaba el gasto militar. Cincuenta años después de aquello continuamos escuchando planteamientos parecidos en algunos foros públicos.
El profesor relata en el libro que él mismo tenía ideas racistas interiorizadas cuando comenzó a escribirlo, narra el esfuerzo que le supuso desprenderse de ellas y habla abiertamente de las personas bienintencionadas que tienen comportamientos racistas: “A la gente se la ha educado para pensar que el color de la piel puede ser algo peligroso (…) Hay muchas personas bienintencionadas que estarían de acuerdo con lo que los revolucionarios europeos y norteamericanos decían cuando decían que todos los hombres han sido creados iguales, que todos somos parte de la misma especie humana. Pero luego argumentan que las personas negras se hicieron inferiores en la tierra. La perspectiva asimilacionista dice que las personas negras son inferiores porque se han hecho inferiores, porque se han criado en comunidades desarticuladas. Y a las personas negras, como yo, nos enseñan esto y algunos lo han internalizado”.
<p>"Cuando terminé de leer, tuve la convicción de que era uno de los textos más relevantes con los que me había topado en meses. Alguien planteaba su malestar ante algo (la compra compulsiva de libros de autores negros) que percibía más como un shampoo para purificar conciencias que como un gesto genuino para cambiar algo"</p>
El racismo ha estado detrás de tiroteos masivos, carreras armamentísticas, colonizaciones y políticos demagogos y, quizás, todavía impregna demasiados ámbitos de nuestro día a día. “Se dice que los barrios negros tienen más violencia, pero la gente se piensa que los negros son pobres simplemente porque son negros y que los barrios son más violentos porque viven negros allí, pero ¿qué pasaría si quitáramos el elemento de color y solamente nos centráramos en la pobreza y la violencia?”, concluye Kendi.
Daniel Sousa
Es redactor en EL PAÍS Audio y colabora en ‘A Vivir que son dos días’ de la Cadena SER. Ganador del...