Peligro de muerte inminente para 270 juezas que siguen ocultas de la persecución del régimen talibán
Las juezas y las fiscales de Afganistán tienen mucho que perder con la llegada de los talibanes. No solo por su condición de mujer sino también porque son trabajadoras del Estado. La falta de seguridad no es solo política sino por razones de genero
Madrid
Diversos colectivos internacionales y nacionales de jueces y fiscales alertan del peligro de muerte inminente para 270 juezas que siguen ocultas de la persecución del régimen talibán. Las asociaciones reclaman la protección internacional urgente por su extrema vulnerabilidad.
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Modelo musulman
El modelo para impartir justica en Afganistán no se parece en nada al occidental. Allí rige, en primer lugar, la interpretación de la Sharia o ley islámica, la Constitución y el derecho consuetudinario (derecho impartido en zonas rurales).
Hasta la llegada de los talibanes, Afganistán trataba de copiar e implantar un modelo occidental de impartir justicia pero todo eso tendera a desaparecer, segun reconocen los juristas.
Según los expertos, a los miembros de la carrera judicial que sean hombres les espera una actividad redirigida y condicionada por la aplicacion de la Sharia. A las mujeres juezas o fiscales, les espera el ostracismo cuando no la persecución y muerte.
Infieles
El regimen talibán va a considerar a las mujeres juezas "como infieles, porque representan todo lo que no quieren los talibanes", según reconoce la magistrada española, Lucía Avilés, miembro de la asociación internacional de Mujeres juezas.
En su doble condición, como mujeres y como juezas, van a ser "fácilmente identificables, pero no podrán esconderse, ni salir de casa, porque para ello necesitaran el permiso de sus maridos".
Bajo el régimen talibán, según reconocen los expertos, estas mujeres no podrán volver a ejercer su profesión y "se estarán deshaciendo de sus libros, textos jurídicos o incluso la toga, para evitar ser identificadas.
Religión y derecho
Desde los orígenes de Afganistán como Estado, durante el siglo XVIII, su sistema jurídico ha estado absolutamente condicionado por su pertenencia al mundo musulmán, en el que religión y derecho están entrelazados.
Los gobernantes de Afganistán han tratado de asumir el monopolio de la Justicia, desplazando a los sistemas tradicionales, mientras los jefes tribales y clanes familiares, han tratado de preservar su independencia frente al estado, conservando la facultad de administrar justicia.
En las zonas controladas por el régimen talibán, solo las autoridades municipales y provinciales aplicaban en alguna forma de ley islámica y códigos tribales tradicionales para impartir justicia. Aunque en muchas ocasiones, la aplicación de la ley dependía de los caprichos de los comandantes locales u otras autoridades, que podían ejecutar, torturar y aplicar castigos sin referencia a ninguna otra autoridad.
Constitución
En los textos constitucionales de algunos países musulmanes aparece la Sharia como la base fundamental de jurisprudencia; es decir, no se puede tomar ninguna decisión que esté en contra de la Sharia.
La Constitución de 2004 estableció un poder judicial independiente bajo la República Islámica. La rama judicial consta de la Suprema Corte de Afganistán, tribunales superiores, tribunales de apelaciones y tribunales locales y de distrito. La Corte Suprema está compuesta por nueve miembros nombrados por el presidente por un período de diez años
Sharia
En el sistema islámico, la función más importante del gobernante es defender la justicia a través de la aplicación de la Sharía, un código legal basado en el Corán y en las prácticas y dichos del profeta Mahoma, que supone la fuente de derecho por antonomasia.
Sharia es una palabra árabe que significa “el camino a seguir”; en el ámbito puramente jurídico, quiere decir Ley Islámica.
Dos tipos de delito
La sharía divide los delitos en dos categorías generales: delitos hadd, que son las ofensas graves con penas establecidas, y los delitos tazir, donde el castigo se deja a discreción del juez.
En la interpretación talibán de la Sharia, los asesinos eran sometidos a ejecuciones públicas Entre los delitos hadd se incluyen el robo, que puede ser castigado con la amputación de la mano del delincuente, y el adulterio, que puede significar la pena de muerte por lapidación.
Cómo se llega a una sentencia
Como cualquier sistema legal, la Sharia es compleja y su práctica depende completamente de la calidad y la capacitación de los expertos. Los juristas islámicos ofrecen recomendaciones y fallos. Si la recomendación se considera una decisión legal formal se llama fatua. Los fallos y recomendaciones dependerán de la escuela de la que provengan los juristas.
Javier Álvarez
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en La Cadena SER donde esta vinculado a la sección de Justicia...