Nadie al volante
Muchas horas lejos de la familia y de soledad al volante. La dureza del oficio y sus actuales carencias laborales hacen que la profesión de camionero vea comprometido su relevo generacional
Charlamos con tres camioneros sobre sus condiciones laborales tras el acuerdo que acaba de alcanzar la patronal con el Ministerio y que ha frenado la huelga
Reportajes SER | Nadie al volante
17:15
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Madrid
La huelga de transportistas echa el freno. El Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han llegado a un principio de acuerdo que ha llevado a desconvocar el paro programado para los días 20, 21 y 22 de diciembre. Esta huelga, anunciada el pasado noviembre, amenazaba el suministro de muchos productos de cara a las próximas Navidades. Miles de transportistas tenían previsto parar para visibilizar las maltrechas condiciones laborales que sufren desde hace años. El suyo es un oficio maltratado que pide dignidad y respeto.
<p>Acuerdo entre transportistas y Gobierno para desconvocar el paro patronal previsto para los días 20, 21 y 22 de diciembre</p>
Las espadas han estado en alto durante varias semanas pero, finalmente, la patronal ha conseguido la estabilización del precio del gasóleo en los contratos de transporte, la prohibición de las labores de carga y descarga por parte del conductor o la reducción de los tiempos de espera, entre otras reivindicaciones. Un paso importante que, en principio, mejora las condiciones de un sector vital para nuestra actividad económica. El transporte por carretera aporta cerca del 5% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional. Tras el acuerdo muchos conductores autónomos o empleados de pequeñas sociedades se muestran cautos, queda por ver cómo se materializarán sus demandas.
En A Vivir hemos hablado con Soraya, con Chema y con Óscar, tres transportistas con mucha carretera a sus espaldas. Los tres son autónomos. En su día a día no faltan interminables jornadas de trabajo, entre conducción, esperas, cargas y descargas. “Uno sabe a qué hora empieza a trabajar pero casi nunca cuándo terminas”, explican. Un trabajo solitario que también implica pasar muchos días fuera de casa durmiendo en la cabina del camión o en cualquier hotel improvisado. “Me he perdido muchos momentos en familia y la infancia de mis hijos. Son cosas que no vuelven”, comenta con nostalgia Óscar, el más veterano. Otro de los problemas con los que cuenta el sector es el relevo generacional, ninguno de los tres se sorprende cuando se les pregunta esto: “El sueldo que te queda es ridículo, ¿cómo van a querer trabajar los jóvenes en esto?”, se lamenta Chema. Nadie quiere ser ya camionero. No hay relevo. En Europa se necesitarán en los próximos años cerca de medio millón de transportistas, la patronal calcula que en España harán falta unos quince mil. El sector reconoce que no es un trabajo atractivo y, a medio plazo, esto puede convertirse en un serio problema para el sector logístico y para el comercio nacional e internacional (el 90% del transporte de mercancías en España se realiza por carretera y el 80% de nuestras exportaciones a Europa se mueven en camiones).
“Aunque yo estoy en esto por vocación el sector está cada vez peor”, explica Soraya. La carretera ya no es solo cosa de hombres, ella es un buen ejemplo. Amante de los camiones desde pequeña, le viene de familia, se sacó el carnet siendo muy joven y desde entonces no ha dejado de conducir por toda España y por Europa. “Le dije a mi padre que para ser feliz quería conducir un camión. Siempre lo tuve muy claro”. En España, solo un 14% de los transportistas son mujeres y, aunque cada vez hay más, todavía es un sector donde hay una aplastante mayoría de hombres. Un trabajo duro, solitario y mal remunerado expulsa a muchas de este oficio.
<p>Aimar Bretos entrevista a Raquel Sánchez, ministra de Transportes, justo el día en el que el Gobierno y los transportistas han llegado a un preacuerdo para desconvocar el paro patronal los días previos a Navidad</p>
A pocas horas del acuerdo entre la patronal y el Gobierno, Soraya, Chema y Óscar siguen haciendo kilómetros y kilómetros de carreteras. Continúan trabajando, completamente dedicados a un oficio que aman, esperando que la situación del sector mejore definitivamente.