Blair afronta el congreso laborista más difícil en 10 años
Los sondeos revelan la pérdida de liderazgo del primer ministro británico
El primer ministro británico, Tony Blair, se enfrenta esta semana al congreso laborista más crítico, desde que asumió el liderazgo del partido en 1994. En los últimos meses, la figura de Blair ha quedado desprestigiada por su gestión en política exterior, sobre todo, por su apoyo a la guerra de Irak y la muerte del científico David Kelly.
La conferencia anual del Partido Laborista que se inició ayer se prolongará hasta el jueves en Bournemouth, al sur de Reino Unido. Blair va a pronunciar mañana martes un discurso en el que está previsto que defienda un referéndum para decidir la adhesión del Reino Unido al euro.
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El primer ministro británico ratificó ayer la gestión de su gobierno tanto en la crisis de Irak como en la reforma de los servicios públicos. Blair insistió en que no cambiaría "nada" de lo que había hecho.
EL 40% DE LOS LABORISTAS PIDE A BLAIR QUE NO SE VUELVE A PRESENTAR
Los sondeos rebajan al máximo el respaldo laborista a Tony Blair. Según un sondeo publicado ayer por "The Observer", el 40% de los militantes laboristas quiere que Blair abandone su puesto antes de las próximas elecciones, previstas para dentro de dos años. El sesenta por ciento opina que la guerra fue un error y el ochenta por ciento considera que se exageraron las supuestas pruebas contra Irak.
Hoy, varios diarios británicos publican algunos sondeos sobre el respaldo de los británicos a Blair. Según la encuesta del "Daily Telegraph", un 74% de los británicos está bastante o muy descontento con Blair. El sondeo que publica "The Times" revela que un 41% de los británicos opina que el "Nuevo Laborismo" es culpable de abusar de la tergiversación de la información. Según el sondeo que publica "The Guardian", los laboristas han bajado en intención de voto un nueve por ciento.