Bremer regresa a Irak para acelerar la transferencia del poder
El administrador civil de EEUU en Irak, Paul Bremer, regresará en las próximas horas a Bagdad con la misión de acelerar la transferencia del poder a los iraquíes, pese a un nuevo incremento de la violencia en ese país.
Bremer viajó inesperadamente a EEUU el pasado lunes y mantuvo conversaciones con el presidente George W. Bush y las más altas autoridades de la Casa Blanca sobre la situación política iraquí.
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En su entrevista con Bush, Bremer recibió el mièrcoles orden de apurar la transferencia del poder en la posguerra al pueblo iraquí, como lo han propuesto desde hace varios meses Francia y Alemania, países que en marzo pasado se opusieron a la ocupación militar para derrocar al gobierno de Sadam Husein.
Bremer regresará con varias ideas, entre ellas la de entregar el poder a un gobierno provisional que se encargará de redactar una nueva Constitución en una operación similar a la de Afganistán, dijeron fuentes diplomáticas.
"Estamos analizando todo tipo de ideas y, sí, queremos acelerar el ritmo de la reforma. Queremos apurar nuestro trabajo en lo que se refiere a las bases legales para instalar un nuevo gobierno iraquí", dijo el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell.
UN PERÍODO MUY INTENSO
Bremer indicó que "estamos en un período muy intenso", al reconocer que EEUU está preocupado por la falta de acción por parte del Consejo de Gobierno Iraquí que debe redactar la nueva Constitución y convocar a elecciones de acuerdo a un plan elaborado por el Consejo de Seguridad de la ONU. "Están ocurriendo muchas cosas y necesitamos sacar esto adelante e integrarlo a un plan. De eso es lo que hablarè con el Consejo de Gobierno", dijo Bremer.
El sorpresivo viaje de Bremer a Washington y la creciente violencia en Irak habían provocado conjeturas de que podría ser despedido por Bush al tiempo que podría anunciarse la disolución del Consejo.
Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca dijeron que las funciones de Bremer no están en duda y que Bush lo felicitó por su trabajo pese a las circunstancias difíciles en que lo está realizando.
Por su parte, Bremer defendió al Consejo de Gobierno y agregó que, pese a las rivalidades internas, está confiado en que podrá llevar a cabo la tarea que se le ha encomendado. "No creo que sea justo decir que el Consejo ha sido un fracaso. (Sus miembros) afrontan una difícil situación. Lo iraquíes están poco a poco asumiendo tareas con eficiencia", señaló.
BUSH QUIERE DEVOLVER EL PODER A LOS IRAQUÍES
El administrador civil, quien también se reunió con el vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, manifestó que regresa a Bagdad con la enérgica decisión del presidente Bush de derrotar al terrorismo y devolver a los iraquíes la autoridad sobre su propio país.
Esa misión adquirió más importancia con el anuncio de que EEUU ha iniciado una ofensiva militar en Irak para neutralizar la reciente resistencia a la ocupación militar.
Fuentes del Pentágono informaron de que tropas de la I División Blindada del Ejército destruyeron el miércoles "una instalación donde se congregan efectivos" enemigos.
La operación tuvo como objetivo "negar a los elementos enemigos el uso de una instalación específica en el sur de la capital de Irak", dijo una de las fuentes.
Pero esa operación no impidió un nuevo atentado suicida en Nasiriya en el que murieron 19 italianos y ocho iraquíes, en un mes en el que fueron derribados dos helicópteros militares estadounidenses en incidentes en los que murieron más de 20 soldados.
Las incursiones guerrilleras se han cobrado la vida de 155 soldados estadounidenses desde que Bush declaró el 1 de mayo que se habían terminado los combates de mayor envergadura en Irak.