Internacional

Italia y Reino Unido proponen que el reparto de poder se aplace hasta 2009

Reino Unido apoya la medida, cercana a las tesis españolas, y Alemania la rechaza

La presidencia italiana de la Unión Europea (UE) ha propuesto hoy en Nápoles postergar hasta 2009 el debate sobre el reparto del voto en la futura UE, según anunció el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw.

España y Polonia han mostrado su rechazo a la fórmula de la "doble mayoría" prevista por el proyecto de Constitución europea, y abogan por el mantenimiento de las disposiciones incluidas en el tratado de Niza.

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Fuentes comunitarias informaron de que propio secretario del Foreign Office británico, Jack Straw, planteó la posibilidad de introducir esta cláusula en la futura Constitución, tras constatar el bloqueo que persiste en este punto entre los 25 gobiernos participantes en la Conferencia intergubernamental (CIG).

Según Straw, si resultara imposible alcanzar un consenso dentro de quince días sobre el sistema de "doble mayoría" propuesto por la Convención, lo mejor sería aplazar toda decisión hasta 2009 y entretanto comprobar cómo funciona la revisión de la ponderación de voto acordada en Niza (2000).

LAS DISPOSICIONES DE NIZA

El Tratado de Niza, actualmente en vigor, establece en sus disposiciones institucionales un nuevo reparto de los votos en el Consejo que debería entrar en vigor en noviembre de 2004, después del ingreso de 10 nuevos estados miembros (mayo) y una vez renovados el Parlamento Europeo (junio) y la Comisión (noviembre).

En el borrador de Constitución elaborado por la Convención que presidió Valery Giscard d'Estaing se cambia dicho sistema por un nuevo -la doble mayoría- que no entraría en funcionamiento hasta 2009.

La novedad de la propuesta británica estriba en que, a diferencia de lo propuesto por la Convención, en 2009 los gobiernos de la UE volverían a negociar el sistema de voto y no se pasaría automáticamente a la "doble mayoría".

RECHAZO DE ALEMANIA

La idea fue rechazada por el ministro alemán, Joschka Fischer, quien según las mismas fuentes afirmó que no se había convocado una Convención y una CIG para dejar 'residuos' tan importantes como la cuestión del voto. El jefe de la diplomacia alemana insistió en que había que decidir ya sobre la cuestión para contar con una UE más eficaz en la toma de decisiones tras la ampliación al Este.

La ministra española, Ana Palacio, tomó entonces la palabra para advertir de que nadie había demostrado que el nuevo sistema de la "doble mayoría" vaya a ser más eficaz que las disposiciones de Niza. Además, argumentó, la Convención y la CIG fueron pensadas para revisar todas las disposiciones de los tratados salvo, precisamente, las institucionales, que ya se cerraron en Niza.

Nadie podría hablar de un fracaso de ambos ejercicios (Convención y CIG) si, al final, hay un consenso sobre todos los apartados de la nueva Constitución menos el institucional, según Palacio.