Las claves del conflicto en Chechenia
Nombre oficial: República Chechena de Ichkeria (no reconocida internacionalmente) / Capital: Grozni / Sistema de gobierno: República islamista / Presidente: Aslan Masjadov / Población: 1.000.000 habitantes: 53% chechenos, 29% rusos, 12% ingush y el resto otras nacionalidades / Superficie: 19.300 km² / Idioma: Chechén-tushi, ingush y chechén / Religión: Mayoritariamente musulmana y ortodoxos.
LOS ORÍGENES DEL CONFLICTO
Más información
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- Los investigadores creen que los secuestradores llevaron los explosivos y las armas antes de la toma de rehenes
- La prensa rusa critica la gestión informativa de la tragedia
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- Retrato del horror dentro de una escuela
- La confusión rodea a la tragedia de la escuela rusa de Beslán
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- El partido de los seguidores de Putin gana las elecciones legislativas en Rusia
El enfrentamiento entre la república secesionista de Chechenia y Moscú se gestó a la sombra del golpe de Estado de 1991 y de la lucha de Borís Yeltsin por hacerse con el control de Rusia. Huérfanos de un Estado al que defender, los militares soviéticos se marcharon de la república caucásica en desbandada, dejando abandonados sus arsenales e incluso sus aviones.
Yeltsin estaba demasiado concentrado en su lucha con el presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, para dedicarle la debida atención al general Dzhojar Dudáiev, quien, precisamente por no aceptar la desintegración de la Unión Soviética, impulsó el proyecto independentista antirruso hasta que un misil lo abatió en 1995. En el fondo del conflicto aparecen los intereses por controlar el petróleo de la zona.
GRAVES VIOLACIONES DE DERECHOS
La guerra de Chechenia lleva enquistada años. El 1 de octubre de 1999, tras una serie de bombardeos rusos sobre Chechenia, las tropas de Moscú entraban en la república para reconquistarla. El objetivo de los militares era someter lo antes posible a este país del Caúcaso Norte, en una operación que el gobierno de Putin defininía como antiterrorista.
Pero esa operación se convertía en una guerra aún más destructora que la de 1994 a 1996. Desde ese 1 de octubre de 1999 se han cometido y se cometen graves violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas federales, de las milicias prorrusas y de los combatientes independentistas: Son habituales las torturas, ejecuciones sumarias, y las desapariciones de cientos de civiles chechenos a manos de militares rusos.
La estrategia del presidente de Rusia Vladimir Putin es enmarcar esta guerra dentro del concepto de la lucha global contra el terrorismo. Renuncia a cualquier forma de diálogo con sus adversarios de Chechenia, a los que compara con Osama Bin Laden inscribiéndoles así como parte del terrorismo islamista.
La principal reivindicación de los guerrilleros es la independencia: Exigen que los 80.000 soldados rusos que siguen en la república, se vayan de inmediato. Sus exigencias se mezclan con la defensa de un islam beligerante y con una radicalización cada vez mayor por tanta sangre.
El último episodio trágico, el secuestro de un colegio de Osetia por terroristas chechenios, se producía tres días después de las elecciones presidenciales chechenas, amañadas a favor del candidato de Vladimir Putin.
Chechenia es una región en ruinas, con un problema político sin visos de solución, Putin asegura que su política de mano dura da resultados, pero lo cierto en que se calcula que en los dos últimos años unas seiscientas personas han muerto en Rusia por ataques vinculados a los chechenos.
