Detenidos en Cuenca dos presuntos miembros de ETA con más de 500 kilos de explosivos

Madrid

La Guardia Civil ha detenido a dos personas y ha interceptado dos furgonetas cargadas con 506 kilos de cloratita, 30 kilos de titadine y 90 metros de cordón explosivo. Los hechos han tenido lugar en la carretera N-320, a su paso por Cañaveras (Cuenca). Según ha sabido la SER, el material explosivo iba a ser utilizado para atentar contra los diarios ABC y La Razón.

El objetivo de los terroristas eran las sedes de estos dos diarios, según informaron a la SER fuentes de la investigación. Al menos uno de los dos etarras detenidos ha confesado a la Guardia Civil que ABC y La Razón eran el objetivo.

De hecho, los terroristas, que se dirigían a Madrid para colocar un coche-bomba con media tonelada de explosivos, portaban una nota en la que se mencionaba un polígono industrial de la N-II, la autopista que une Madrid con Barcelona.

Los dos presuntos etarras son los miembros 'legales' (no fichados) de la organización terrorista, Irkus Badillo Borde y Gorka Vidal Alvaro. Ambos son terroristas sin experiencia, como ya ocurrió con Garikoitz Arruarte y Gorka Loran en el anterior intento frustrado de atentado en Madrid, la pasada Nochebuena, cuando ETA pretendió hacer estallar una bomba en el interior de un tren en la estación de Chamartín.

FURGONETA COMO METRALLA

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El ministro del Interior, Angel Acebes, explicó que el explosivo estaba dentro de un contenedor, fijado a la furgoneta para que sirviera de metralla. Iba a ser colocada en Madrid de manera inminente. Los dos detenidos no tienen antecendetes policiales.

Según Acebes, el convoy etarra estaba compuesto por dos furgonetas, una cargada con explosivos y otra que iba por delante en misión de lanzadera. La primera, que llevaba placas falsas, había sido robada en Francia en el mes de noviembre. Aunque la furgoneta cargada de explosivos sufrió un accidente, Acebes explicó que la intervención de la Guardia Civil no se produjo por eso, sino que responde a una operación planificada por la Benemèrita.

UN CRATER DE 35 METROS

El titular de Interior, que felicitó al citado cuerpo, dijo que su intervención ha impedido una gran tragedia porque la carga hubiera producido una explosión de consecuencia gravísimas.

En este sentido indicó que de haber explotado habría provocado un crater 35 metros, daños irreperables en los edificios que hubieran estado a 60 metros a la redonda y la distancia de seguridad para las personas debía ser de 1.500 metros.

La furgoneta bomba llevaba incorporada un temporizador, por lo que previsiblemente los etarras habrían dejado el automóvil y se hubieran marchado despuès de programas a la hora en la que se iba a producir la deflagración.

REGISTROS EN EUSKADI

Los vehículos fueron interceptada entre la 1.00 y las 2.00 de esta madrugada, y se desalojó a vecinos que viven en las inmediaciones de la zona donde fueron interceptadas las furgonetas.

Agentes de la Guardia Civil han realizado registros en la provincia de Vizcaya, en el País Vasco, en relación con los dos presuntos etarras detenidos esta madrugada.