El acompañante afirma que Farruquito decidió huir tras el atropello
El coche, que el bailaor conducía sin carné, circulaba a 60 km/h, según 'El Canastero'
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Sevilla
El Canastero prestó hoy declaración en el juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla, si bien por el momento no se le ha imputado ningún delito en concreto por el accidente y sólo se ha procedido a la leerle los hechos, ocurridos el pasado 30 de septiembre junto al complejo deportivo San Pablo de Sevilla y tras el que murió Benjamín Olalla, que fue embestido en un paso de peatones por el vehículo que conducía Farruquito.
Preguntado sobre por qué no ha denunciado los hechos, Rubio ha alegado que Farruquito es su hermano y compadre y que no iba denunciarlo y ha asegurado que él mismo, tras el atropello, pidió al bailaor que detuviera el vehículo ya que pudieron ver lo ocurrido. Fue el artista flamenco el que decidió emprender la huida porque estaba asustado, según Rubio, que ha añadido además que él sí quería quedarse para ver qué había sucedido.
VELOCIDAD DESCOMUNAL
Uno de los testigos que compareció ante la juez de instrucción 15 fue un hombre identificado como J.J.G.F., quien aseguró que el BMW de "Farriquito" adelantó a su coche por la izquierda en una maniobra en la que "casi le rozó" y circulaba a tal velocidad que el testigo pensó que "no llegaría al siguiente semáforo".
Abogados personados en la causa dijeron a los periodistas que, según este testigo, poco después de ser adelantado vio a una distancia de unos cien metros como "saltaban por los aires" dos bultos, posiblemente el cuerpo del atropellado y su mochila de deporte.
También declaró una pareja de novios que presenció el atropello ocurrido a las 10 de la noche del pasado 30 de septiembre de 2003, junto al polideportivo San Pablo de Sevilla, y en este caso la chica aseguró que el BMW iba a más de 80 kilómetros por hora y el joven que circulaba a velocidad "descomunal".
Otro joven que persiguió el coche de "Farruquito" al percatarse de que huía del lugar del accidente manifestó que el imputado "iba ligero", aunque sin poder precisar la velocidad, y relató que el BMW se saltó dos semáforos, incluido el de la avenida Kansas City -de tres carriles en cada sentido- momento en el que dejó de seguirle porque temía por su propia seguridad.
SIN PREGUNTAS
La juez Silvia Soto, que instruye el caso, ha tomado también declaración a un tío del bailaor, Antonio Fernández Flores, que acudió en calidad de testigo ya que fue el encargado de recoger el BMW ya reparado en un taller de Málaga a instancias del propio Farruquito.
Fernández, de 24 años, ha señalado que no conocía a ningún mecánico ni a ningún policía, y que se limitó a trasladar el BMW de Málaga a Sevilla, sin preguntar nada, ya que la labor de encargarse del coche y de llevar al bailaor al lugar que precise así se le ha encomendado desde la muerte de su padre. Este familiar de Farruquito, que será juzgado en no menos de un año tras haber sido imputado de delitos de homicidio imprudente, omisión del deber de socorro y denuncia falsa, ha asegurado que trajo el vehículo a la capital hispalense a solicitud del propio bailaor.
Farruquito, que ha mostrado públicamente su arrepentimiento por no entregarse en su momento y ha perdido perdón a la familia de la víctima, reconoció el pasado 28 de marzo ante la juez que cometió el citado atropello, si bien quedó en libertad bajo fianza de 40.000 euros.