Aznar no convocó el Gabinete de Crisis tras el 11-M

Madrid

A la espera de las primeras comparecencias en la Comisión de Investigación sobre la actuación del Gobierno del PP y la información difundida tras los atentados del 11 de marzo, según cuenta hoy el diario "El País", José María Aznar, lejos de convocar un gabinete de crisis optó por una reunión informal a la que asistieron los vicepresidentes Rodrigo Rato y Javier Arenas, el ministro de Interior y el portavoz de Gobierno. Además, acudió el secretario general de Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timmermans.

José María Aznar apostó, según este diario, por una estrategia de comunicación y optó por dejar fuera del encuentro a quienes podrían manejar, de primera mano, delicada información de seguridad y exterior.

En esa reunión no estuvieron el ministro de Defensa, Federico Trilo, la titular de Exteriores, Ana Palacio y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Su presencia en esta reunión viene marcada por un real decreto de diciembre de 1986 y en el que se especifica quienes deben constituir el gabinete de crisis.

El texto habla del presidente del Gobierno, los vicepresidentes, el ministro del Interior, pero también de los titulares de Defensa, Exteriores y Hacienda. Además, se prevé la posibilidad de alguna incorporación de otros ministros o altos cargos, como el director del servicio secreto. Jorge Dezcallar tampoco fue convocado a este encuentro, a pesar de que Aznar utilizó un informe del CNI de las cuatro menos diez de aquella tarde, para defenderse de las acusaciones de que estaba engañando a la opinión pública. En él se daba, por casi segura, la autoría de los atentados a ETA.

La forma anómala en la que se gestionó la crisis en los primeros días, dice este diario, condicionaron su desarrollo en los días siguientes, primando más cuestiones relacionadas con la comunicación, que con la seguridad. "El País" también habla de una reunión celebrada, ese mismo día, en el Ministerio del Interior y a la que tampoco acudió el CNI. De allí salió el dato de que el explosivo utilizado en los atentados era el habitual de ETA, Titadine. Sin embargo, luego se supo que se trataba de Goma 2.