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Matan a 43 reclutas en una emboscada al norte de Bagdad

El grupo radical de Al Zarqaui se resposabiliza del ataque

La mañana del domingo en Irak amaneció sacudida por el macabro descubrimiento de los cadáveres de 48 personas, en su mayoría reclutas del nuevo ejército iraquí, en un área remota al sureste de la conflictiva ciudad de Baquba, uno de los bastiones de la insurgencia iraquí. El grupo radical de Abu Musab Al Zarqaui, brazo de Al Qaeda en Irak, se ha responsabilizado del ataque.

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Según el relato de la Policía, algunos de los cuerpos mostraban signos de que los atacantes habían ejecutado a sus víctimas, y que se habían ensañado con sus restos. "Varios tenían un orificio de bala en la cabeza y todos las manos atadas detrás de la espalda", explicó a los periodistas el portavoz del ministerio iraquí de Interior, coronel Adnan Abdul-Rahman.

El militar precisó que los reclutas, chiítas que iban a ser inscritos en las fuerzas de Seguridad de ciudades meridionales como Nayaf, Basora, Kerbala y Amarah, cayeron en una emboscada durante el atardecer del sábado, cuando transitaban por la localidad de Mandali, a unos 155 kilómetros de Bagdad.

DESARMADOS Y VESTIDOS DE CIVILES

En ese momento, los asaltantes, armados con lanzagranadas tipo ARPG, dispararon contra los microbuses en los que viajaban los nuevos policías, desarmados y vestidos de civiles. Una vez inutilizados los vehículos, los obligaron a bajarse y arrodillarse en hilera. "Era un grupo bien organizado, que sabía muy bien qué hacía y a quién atacaba", apostilló el portavoz ministerial.

Por la tarde, una página web de contenido islamista colgaba un comunicado en el que Monoteísmo y Yihad, el grupo radical del jordano Abu Musab Al Zarqaui, considerado representante de Al Qaeda en Irak, se responsabilizaba de la masacre. Tanto el grupo de Al Zarqaui como otros grupos insurgentes -una heterogénea fuerza que mezcla miembros del antiguo régimen y mercenarios islamistas llegados del exterior para la Yihad o Guerra Santa-, atacan con frecuencia a los nuevos agentes de la Policía iraquí, a los que acusan de colaborar con las tropas extranjeras y con el Gobierno interino.

El pasado 16 de noviembre, nueve reclutas iraquíes procedentes de una academia militar en Jordania fueron asesinados en una emboscada similar tendida cuando atravesaban la violenta provincia de Latifiya, al sur de Bagdad. Los agentes asesinados hoy, que también viajaban en microbuses, vestidos de civil y desarmados cuando fueron tiroteados por un grupo de pistoleros, se dirigían al que sería su primer destino: el cuerpo de Policía de la ciudad chií de Kerbala, ubicada a unos 110 kilómetros al suroeste de Bagdad.

También hoy, el Ministerio de Interior anunció el hallazgo de un cuerpo humano decapitado que flotaba en el río Tigris, en una zona agrícola al norte de la ciudad septentrional de Kirkuk, capital petrolera de Irak. Hasta el momento se desconoce la identidad del cadáver, que mostraba un avanzado estado de descomposición y vestía ropas civiles. En los pasados tres meses han sido descubiertos tres cuerpos en las mismas condiciones y en la misma zona, pertenecientes a iraquíes a los que los insurgentes acusaron de "colaboracionistas".

NUEVOS BOMBARDEOS EN FALUYA

La ciudad de Faluya ha sido hoy de nuevo atacada por el Eército de Estados Unidos. Los aviones estadounidenses han causado al menos cinco muertos al bombardear presuntas posiciones de la resistencia. Las fuentes, citadas por cadenas de televisión árabes, precisaron que los ataques también causaron destrozos en varias viviendas.

La reanudación de los bombardeos sobre Faluya se produjo después de que el Gobierno iraquí anunciara para hoy la vuelta a las negociaciones con representantes de la ciudad para un cese de hostilidades en ese feudo de la resistencia suní. Faluya es el refugio del presunto jefe de Al Qaeda en Irak, el terrorista jordano Abu Musab Al Zarqaui.

El anuncio lo hicieron el viceprimer ministro, Barham Saleh, el ministro de Defensa, Hazem Shalaan, y el jefe de Seguridad Nacional, Qassem Daoud, en rueda de prensa celebrada anoche en Bagdad. "Las negociaciones tendrán el objetivo de permitir la entrada en la ciudad de las fuerzas del Ejercito iraquí" dijo Shalaan. Los contactos entre ambas partes se habían interrumpido tras la detención hace diez días por las tropas norteamericanas del jefe negociador de Faluya, Jaled Jumeili.

 
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