El acuerdo sobre Izar, recibido con "inquietud" en Bruselas y protestas en La Naval
La resaca tras el acuerdo alcanzado ayer entre los principales sindicatos de Izar (UGT y CC OO) y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) sobre el futuro de los astilleros públicos tiene como principales focos la planta de La Naval, en Sestao, y los despachos de la Comisión Europea en Bruselas.
El pacto firmado a últimas horas de la noche ha causado la división en la planta vizcaína, donde los sindicatos ELA y CAT -minoritarios- rechazan de plano el acuerdo y acusan a UGT y CC OO de ser "una mera correa de transmisión del Gobierno español de turno".
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Esta situación ha provocado que un grupo de trabajadores de La Naval haya colocado barricadas con fuego en las carreteras y las vías del tren que pasan junto al astillero de Izar en la localidad vizcaína de Sestao, como viene ocurriendo el día siguiente a una reunión negociadora entre la SEPI y los sindicatos, y durante una hora y media han interrumpido el tráfico carretero y ferroviario, antes de retirarse al interior del centro.
PRIMEROS PEROS DE BRUSELAS
Mientras tanto, en Bruselas, la Comisión Europea a través de su departamento de Competencia ha echado un poco de agua fría sobre las expectativas que ha generado el acuerdo. El Ejecutivo comunitario afirma que se pronunciará antes de que acabe el año sobre el nuevo plan, aunque ya ha enumerado algunos puntos que sin duda causarán fricción entre los ejecutivos comunitario y estatal.
La comisaria europea de Competencia, Nellie Kroes, ha advertido al ministro de Economía español, Pedro Solbes que en el acuerdo "no hay fecha de cierre para los astilleros de Fene y San Fernando, hay más astilleros de lo previsto", y sobre todo, "los términos y condiciones para la liquidación de ciertos astilleros civiles, incluido Sestao, no son muy claras".
EL GOBIERNO ACLARARÁ LAS DUDAS DE LA UE
A este respecto, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado el Gobierno está tranquilo porque, "a diferencia de lo que ocurrió en el pasado", el acuerdo marco firmado ayer "entra en el margen de la legislación europea".
La vicepresidenta se refería a las ayudas concedidas por el anterior Gobierno que fueron declaradas ilegales por la Comisión Europea, lo que obliga ahora a Izar a devolverlas. Fernández de la Vega ha admitido que "en la larga distancia" puede haber aparecido alguna "preocupación" que, ha recalcado, "será debidamente aclarada" por el Gobierno.
Disgusto y contrariedad ha despertado en el Gobierno vasco el acuerdo dado por la SEPI y los sindicatos para los astilleros. La consejera de Industria del Gobierno vasco, Ana Aguirre, denunció que el futuro de La Naval de Sestao sigue lleno de "incógnitas e incertidumbres" y acusó al Gobierno central de "sacrificar" el astillero vizcaíno por intereses "políticos".
La consejera subrayó que el acuerdo alcanzado "confirma" los "temores y presagios" que venía expresando el Gobierno vasco desde hace un tiempo: "Desde el principio, la SEPI ha tenido que decidir entre Puerto Real o Sestao, y, de hecho, la solución definitiva ha sido que había que vender de alguna manera a Bruselas la privatización de un centro importante de trabajo y ha sido Sesto".
BUENO, MALO Y TODO LO CONTRARIO
El PSOE ha manifestado hoy, en boca de su secretaria de Política Económica y Empleo, Inmaculada Rodríguez-Piñero, que el acuerdo demuestra que "el Gobierno cumple con los compromisos adquiridos por su Presidente", que además ha recordado que el problema de Izar "era una hipoteca heredada del anterior Gobierno del PP".
La reacción desde la oposición ha corrido a cargo de Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, que ha afirmado que el acuerdo "será bueno para los trabajadores, que están conformes, pero no para la economía española y andaluza", ya que "la industria naval queda reducida al mínimo".
