La periodista liberada en Irak llega a Roma tras resultar herida después del rescate

Giuliana Sgrena, liberada ayer tras permanecer secuestrada un mes en Irak, ya ha aterrizado en Roma, en donde la esperaba el presidente italiano Silvio Berlusconi. La corresponsal de Il Manifesto, visiblemente desmejorada y con muchas dificultades para andar, ha sido trasladada a un hospital.

La periodista italiana será operada de las heridas que sufrió al ser tiroteado el vehículo en el que viajaba por soldados de EEUU. En ese incidente perdió la vida el agente secreto Nicola Calipari, quien llevó el peso de las negociaciones para liberar a la reportera y que la protegió con su propio cuerpo de los disparos, mientras que resultaron heridos otros dos, uno de ellos de gravedad.

A su llegada al aeropuerto militar de Ciampino, acompañada de su compañero Pier Scolari y de uno de los agentes heridos, Sgrena fue recibida por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, familiares y compañeros del periódico Il Manifesto.

Berlusconi, que habló brevemente con la reportera a bordo del Falcon 900 que la trasladó desde Bagdad, ha pedido a EEUU explicaciones por lo sucedido, petición a la que hoy se sumó el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi.

Tras aterrizar en la capital italiana, la reportera fue llevada en ambulancia al hospital militar del Celio para ser intervenida en la clavícula, después de que en la noche del viernes la operaran en Bagdad para retirarle una esquirla que le había tocado el pulmón.

Sgrena, de 57 años, bajo del avión por su propio pié, ayudada por varias personas, cubierta con una manta y con cara de sufrimiento. A los compañeros que la saludaron les dijo que estaba muy afectada por la muerte de Calipari y que durante su cautiverio recibió siempre buen trato, tal como expresó en el vídeo grabado poco antes de su liberación y emitido por la televisión Al Jazira.

Fuentes del ministerio de Defensa señalaron que hoy mismo será repatriado el cadáver del agente secreto, cuya muerte ensombreció la liberación de Giuliana Sgrena e interrumpió las celebraciones que se iniciaron en toda Italia nada más conocerse la noticia.