Francia estudia retirar los subsidios a los padres que no controlen a sus hijos
El Gobierno anuncia un paquete de medidas sociales para atajar la violencia
El Consejo de Ministros extraordinario de esta mañana ha aprobado el toque de queda en las poblaciones en las que se están produciendo los mayores brotes de violencia, según el ministro del Interior. Por la tarde, en la Asamblea Nacional, Nicolas Sarkozy ha planteado la posibilidad de que las familias que "no ejercen la autoridad" con sus hijos dejen de percibir ayudas sociales y Villepin ha anunciado nuevas inversiones en los barrios más degradados.
El toque de queda lo adelantó anoche el primer ministro francés, Dominique de Villepin, y que se basan en una ley de 1955 sobre el estado de emergencia adoptado en Francia durante la guerra por la independencia de Argelia.
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El primer ministro explicó que las medidas de excepción permitirán realizar registros sin autoridad judicial e imponer "penas de prisión de hasta dos meses" a quienes quiebren el toque de queda.
Sarkozy: "La hora de la verdad"
Las medidas de toque de queda serán aplicadas de forma "comedida" y no pondrán en entredicho "la libertad de nadie", prometió hoy el ministro francés de Interior, Nicolas Sarkozy. Desde la oposición de izquierdas ya se ha anunciado que estarán muy atentos para que la aplicación de esta medida excepcional no oculte la miseria de esas poblaciones.
Por la tarde, en la Asamblea Nacional y sobre las familias que "no ejercen la autoridad" con sus hijos en estas zonas difíciles, Sarkozy planteó la posibilidad de que dejen de percibir las ayudas sociales que actualmente reciben.
Villepin anuncia ayudas
El debate parlamentario había comenzado con una intervención del primer ministro Villepin para defender y explicitar las medidas de excepción decididas y anunciar una batería de medidas sociales (educación, empleo, vivienda) a favor de los habitantes de los barrios difíciles.
De Villepin quiso subrayar las nuevas inversiones que se van a acometer en los barrios más degradados y destacó que "Francia jamás va a permitir que sus ciudadanos vivan separados, con oportunidades diferentes".
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