Los secuestradores del soldado israelí exigen la liberación de las mujeres y niños presos

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha asegurado que no va a ceder al chantaje de los milicianos palestinos que retienen a un soldado herido para canjearlo por todas las mujeres y los menores de edad encarcelados. "La cuestión de liberar prisioneros no está en la agenda", ha asegurado esta tarde. Entre tanto, el Ejército israelí aguarda desplegado en el sur de Gaza al éxito de la vía diplomática en la que también se ha implicado Francia dado que el rehén tiene también nacionalidad francesa.

Francia se ha implicado en el caso, ya que el soldado raptado tiene también la nacionalidad francesa y está "en contacto con todas las partes" para hallar una salida diplomática al asunto. Israel también está dando una oportunidad diplomática pero sin renunciar a las armas y se reserva el derecho a la intervención militar decisiva.

De hecho el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha ordenado a sus soldados que estén preparados para una operación "de gran envergadura" y "larga duración contra las organizaciones terroristas en Gaza". Dejémoslo claro", ha dicho, "los cogeremos a todos, dondequiera que estén, y lo saben. No habrá inmunidad para nadie".

Ayer, tras el secuestro, el Ejército israelí penetró en el sur de Gaza con tanques, en lo que parecía el inicio de una gran operación que contaba con la autorización por el gabinete de seguridad del Gobierno al primer ministro. Finalmente se ha optado por la vía diplomática, aunque el despliegue militar continúa.

Desde la parte palestina, Abbas ha ordenado a sus servicios de seguridad una vasta operación de búsqueda para dar con el secustrado. El portavoz del Gobierno palestino, Ghazi Hamad, ha asegurado, por su parte, que el primer ministro de Hamás, Ismail Haniya, desea "solucionar rápidamente, en silencio y sin problemas" la liberación del militar.

Guilad Shalit, soldado israelí de 20 años, fue secuestrado ayer por milicianos palestinos de los Comités de Resistencia Popular, ligados a Hamás, el partido que ostenta el Gobierno palestino. Siete de sus activistas lograron acceder a través de un túnel de 300 metros, a una base militar israelí, cerca de Kerem Shalom, en el sureste de la frontera con Gaza.